Hace unos días se presentó en sociedad –en los salones del hotel Ritz de Madrid– la Guía de Vinos Condé Nast Traveler 2017, con la impronta de Ediciones Condé Nast, la prestigiosa editorial que publica Vogue, Condé Nast Traveler, GQ, Glamour, AD y otras revistas de referencia en asuntos de moda, diseño, viajes y estilo de vida.

Este flamante compendio de la España vinícola llega así a su segunda edición, en lo que constituye una apuesta de la revista Condé Nast Traveler –la publicación del grupo consagrada a los viajes– por descubrir a los lectores hedonistas del ancho mundo los placeres que depara el universo del vino. Así como lo ha hecho también en el ámbito culinario con la Guía Gastronómica de España, que pronto verá su tercera edición.

Por si acaso, hay que advertir a enómanos y curiosos que la Guía de Vinos de España de Condé Nast Traveler nada tiene que ver con el resto de las guías vinícolas que se publican en este país. En primer lugar, porque no está orientada a sumilleres, bodegueros y aficionados expertos, sino para todos aquellos que aman el vino y aspiran a descubrir este universo con sus propios sentidos.

Así, la Guía de Vinos Condé Nast Traveler 2017 prescinde de las extendidas puntuaciones para ofrecer una selección rigurosa y diversa de los vinos más representativos de las bodegas sobresalientes de España, además de entrevistas a los bodegueros que marcan tendencia en cada D.O., rutas enoturísticas, periplos urbanitas y un práctico léxico enomaníaco, entre otras cosas.

Inspirada en los paisajes del vino español y el placer de compartir esta bebida, esta guía cuenta con el asesoramiento –y la pluma– de Federico Oldenburg –responsable de El Bar de Gastroactitud.com, entre otras cosas– y la periodista Raquel Pardo, experta en cuestiones vinícolas.

La nueva edición de la Guía de Vinos Condé Nast Traveler puede adquirirse en kioskos de prensa y también en formato digital, en www.traveler.es, por el precio de 6 euros.