Hace un año dedicabamos un artículo a las mejores jefas de sala. Hoy volvemos a la carga con 6 mujeres que mandan mucho y que hacen que los clientes se sientan muy bien. Pero la lista no se acaba aquí… Habrá más, porque no están todas las que son.


1.- Sara Fort. Sergi Arola Restaurante (Madrid)

Pionera en llevar la informalidad a la alta cocina, su estilo, moderno y elegante fue una pieza clave para que La Broche, el restaurante que fundó junto al cocinero Sergi Arola –su exmarido- lograra las dos estrellas Michelin. Frente al envaramiento propio de la época, ella apostó por la cercanía y la cordialidad. Sara ha seguido siendo uno de los pilares del restaurante en sus sucesivas etapas. El local cambió de emplazamiento y de nombre, aunque Sergi Arola Restaurante. Ni sobre actúa, ni hace aspavientos. Escucha, siempre con una sonrisa y aconseja con buen criterio. “Trato a los clientes como me gustaría que me trataran a mi” dice siempre quitándose importancia. Hace su trabajo igual de bien en el restaurante que en los otros locales que dirige (ViCool, Sot). Mano de hierro en guante blanco, elegancia y mucho trabajo, para estar a la altura y saber superar las situaciones difíciles que se plantean en la sala.

 

2.- Manuela Romeralo. El Poblet y Vuelve Carolina (Valencia) 

Sumiller de prestigio y catadora de puros, Manuela es una profesional de la hostelería de larga y sólida trayectoria. Tras ella, ni padre, ni marido, ni hermanos. Es una mujer hecha a si misma que ha demostrado siempre su talla profesional. Tras su etapa en La Sucursal (Valencia), asumió el reto que le lanzó Quique Dacosta: hacerse con la dirección de sus locales valencianos que comparten espacio, el informal Vuelve Carolina y el elegante El Poblet (1 *Michelin). Ha demostrado su buena disposición para formar equipos; su elegancia a la hora de dirigirlos y su capacidad de empatía con el cliente. "Me da igual que el equipo lo formen hombres o mujeres, no es cuestión de sexo, sino de profesionalidad, de saber tratar al cliente y estar a la altura de lo que se espera de cada uno. Nosotros somos la imagen del local, su rostro".

 

 

3.- Pía Ninci. Messina (Marbella. Málaga)

Estudio gastronomía en su Córdoba (Argentina) natal. Viajó a España siguiendo a su marido Mauricio Giovanini, a quien conoció en la escuela y con quien fundó Messina (1* Michelin) hace casi 14 años. Apasionada de los vinos, pero también de los aceites, de los quesos, de las infusiones (y de todos los productos ricos, si son de cercanía, mejor) se ocupa de que en el restaurante no falte ni un detalle. Hace las funciones de jefa de sala y sumiller, y se desenvuelve bien. “Disfruto aprendiendo, voy a todas las catas que puedo, me mueve la curiosidad. Cuando descubro algo bueno quiero compartirlo con nuestros clientes”. Dirige un equipo de mujeres vestidas en elegante “petite robe noire” que dan un aire cálido y confortable a la sala. También se ocupa de poner en el suelo los pies de su esposo, cuando tiende –como buen cocinero- a irse por las nubes. Siempre sonriente y cordial, proyecta un halo de paz en la sala.

 

4.- Amaranta Rodríguez. Culler de pau. (O’Grove. Pontevedra) 

El modelo se repite: mujer de cocinero que se pone al frente de la sala. No tenía ninguna experiencia en hostelería (era administrativa) pero se inventó Culler de Pau con Javier Olleros y luchó con él codo con codo –son socios- para sacarlo a delante. “Mi trabajo es lograr que entre la cocina y el cliente la comunicación sea perfecta. Además de eso me ocupo de montones de cosas, de todos los detalles. El restaurante es como una casa, los clientes invitados. Hay que ser anfitrión”. Vigila cada movimiento del equipo y de la sala, lo tiene todo bajo control. Aunque no lo parezca, bajo su sonrisa esconde un fuerte caracter. Todos la respetan y la quieren.  

                                                                                                                                            Imagen Revista Sobremesa                          

5.- Iratxe Miranda. Yume. (Avilés. Asturias)

Jefa de sala, directora y empresaria, ahí es nada. Menuda y pizpireta es fuerte y valiente como pocas. Entró en la hostelería de la mano de su hermano Koldo Miranda. Cuando él se marchó a Colombia –donde ahora tiene un restaurante, Gamberro- ella, se quedó sola ante el peligro, pero en lugar de arrugarse,  con parte del equipo de cocina fundó Yume. Un local informal de cocina de fusión, que cosecha éxitos desde que abrió sus puertas. Parapetada tras su sonrisa, cariñosa y atenta logra dar un toque de calidez a todo, desde la decoración al servicio. “Me encanta cuidarlo todo para mis clientes, que se sientan como en casa. Me gusta elegir las vajillas, las flores, los vinos… todo”.

 

 

 

6.- Itziar Rodríguez. Zaranda (Capdellà. Mallorca) 

Periodista de carrera, Itziar se hizo cargo de la sala de Zaranda cuando ella y su hoy exmarido, el cocinero Fernando Arellano abrieron un pequeño restaurantito en Madrid. Desde entonces hasta hoy han pasado varios años y dos estrellas Michelin. Itziar, socia de Arellano, sigue al frente, ahora en Mallorca, en el elegante hotel Castell Son Claret. Dirige la sala desde la discreción y la profesionalidad. Ante el cliente, las palabras justas, siempre medidas y oportunas. Itziar es poco amiga de alharacas, pero le gusta que todo salga perfecto. No admite fallos… Y hace bien.

Julia Pérez Lozano

Julia Pérez Lozano

Licenciada en Ciencias de la Información por la UCM. Especialista en gastronomía. Autora de numerosos libros y guías. Trabaja con lo que más le gusta: las palabras y los alimentos.

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