Es el sueño de una noche de verano. Una terraza espectacular en una masía con dos siglos de historia. Jardín, chill out y cenas desenfadadas con tapas y cócteles para degustar en un balcón con vistas al Ampurdán, en pleno corazón de la Costa Brava.

DIRECCIÓN: Calle de la Creu, 10 Begur (GERONA) .ESPAÑA

CONTACTO: 972 623 119   http://www.canmarc.cat


TIPO DE COCINA: Mediterránea


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APROPIADO PARA: Para ir en pareja, Con amigos, En la montaña, Con vistas, De moda

TIPO DE DECORACIÓN: Hipster



Raquel Castillo
Periodista gastronómica, colaboradora habitual de Metrópoli (Diario El Mundo) y de otros medios españoles. Hace 20 años que observa la evolución de la gastronomía española y lo cuenta a través de sus reportajes y entrevistas.
@rcastillo1102
VALORACIÓN 5.5/6

Todo está cuidado al detalle, desde el césped perfecto a la piscina iluminada, los cojines que colocan sobre las sillas de diseño, las lamparitas que lucen sobre cada mesa, las plantas, los muebles de estilo provenzal y alfombras que decoran la zona de chill out… Todo está pensado por Laura Alsina, la actual propietaria y heredera de la magnífica masía en Begur, el Baix Empordà, que en sus inicios fuera granja –aún se conservan vestigios-. Sus muros acogieron en los últimos años un restaurante, después una sala de arte y una discoteca. Ahora Laura ha decidido reconvertir los espacios. Ella vive en la planta de arriba (se traslada en verano desde Girona, donde tiene su residencia habitual) y abajo se aloja una sala de exposiciones-coctelería, las cocinas y el amplio jardín, que desde su posición de atalaya mira hacia el castillo de Begur y el mar de la cercana Costa Brava. Un lujo.

Can Marc cuenta con una zona de mesas bajas, articuladas en torno a la piscina, mesas ortodoxas hacia los laterales, más resguardadas del viento de la Tramontana, que suele soplar en la región, y un tercer espacio con sofás, muy acogedor, para relajarse tomando una copa mientras cae la tarde. Una propuesta, por tanto, muy agradable, que el resto del año se aprovecha para la celebración de eventos.

En este escenario la gastronomía juega un papel de acompañamiento, no protagonista. La misma Alsina, mujer emprendedora, simpática y locuaz, es consciente de que sus pretensiones son sencillas. Lo que quiere es servir tapas que gusten a todo el mundo; una cocina del Mare Nostrum en sentido amplio, bien presentada, con un toquecito actual, pero sin complicaciones. La idea es ofrecer platillos que le gusten a todo el mundo –incluyendo a su abundante clientela extranjera-, desde el jamón ibérico de bellota con pan con tomate al surtido de quesos artesanos.

Hay, por supuesto, croquetas; y bravas . El gazpacho o la sopa fría del día o la tempura de verduras se unen a platos del arco mediterráneo como el dúo de tapenade y tzatzkiki con picos y el de humus y caviar de berenjena o los dolmades (hojas de parra rellenas), es decir, cabe todo el Mediterráneo, de Francia a Grecia, sin dejar el norte de Africa. Y por supuesto, lo cercano, lo catalán, ya sea un erizo de mar gratinado, las albóndigas de carne y gambas (muy ce la cuina gironina), las costillitas de conejo con alioli rojo o las minibutifarras picantes. En general todo está correcto y se come con agrado en un entorno que se lleva todo el protagonismo.

La cocina internacional está presente con el ceviche del pescado del día, el salmón marinado con wasabi o café, el tartar o tataki de atún o las minihamburguesas. A la hora del dulce, por ejemplo, buñuelos de viento de L’Empordà con chupito de músico de porrón.

Para beber una selección de cervezas, vinos a precios razonables y una destacada carta de cócteles.

El Jardí de Can Marc

No cierra. Horario: de 20 h. a 3 de la mañana (sábados, hasta las 3,30 h)

Aprende a realizar una crítica gastronómica

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