Nuevo en la «milla de oro». Un restaurante con una carta cambiante en el que se puede comer muy bien a cualquier hora del día, desde el desayuno a la cena. Cocina muy seria vestida de desenfado.
Ya ha abierto Leña el asador global del cocinero Dani García en el local que antes ocupaba el restaurante de alta cocina con el que consiguió las tres estrellas Michelin. Así es la experiencia.
El Pimpi es un hito cultural de Málaga. Una taberna para comer buena fritura, jamón y ensaladilla y disfrutar del ambiente.
En Tragatá, Benito Gómez logra una mezcla de sabores tradicionales con toque creativo dando lugar a tapas novedosas. Bocaditos con mucho sabor a su tierra, Málaga, que defienden el producto local y la despensa andaluza.
El restaurante El Jardín de Lutz, en Finca Cortesín, con vistas al mar y un cuidado jardín rodeado de olivos milenarios, ofrece cocina española tradicional de la mano de Lutz Bösing.
Un chiringuito con hechuras de restaurante al que agradecerle que en los espetos ya no sólo veamos sardinas
Mariscos y pescados traidos directamente de la lonja y servidos explicando de qué barco proceden y el nombre de su patrón. Platos sencillos y hechos con mimo en un local al que merece seguirle la pista.
Gazpachuelo y buenos arroces en Málaga. En un peculiar edificio redondo con vistas al campo de golf, dentro del Real Club El Candado, está ubicado este agradable restaurante.
La Cosmopolita es una casa de comidas del siglo XXI, donde se practica la cocina casera y se rescatan recetas populares malagueñas con la chispa y el desparpajo que se tienen cuando uno ya está de vuelta. Una dirección para disfrutar de comida sencilla.
Sabores suaves pero nítidos. Control absoluto de la potencia. Gustos reconocibles, identificables que nos reconcilian con la cocina popular a veces tan maltratada. Platos con raíces elaborados con productos locales, que Benito Gómez rastrea a través de una red de proveedores nada fácil de gestionar y mantener. Así es Bardal en Ronda.