Larrosa 2013, bandera de la nueva España rosa

Por fin, los rosados están rompiendo moldes y prejuicios, para dejar de ser la asignatura pendiente del vino español y abandonar su sitio en el incómodo territorio de las pasiones enfrentadas, entre el desprecio de los enómanos más exigentes y el interés de aquellos aficionados que buscan alternativas a la suculencia tánica de los tintos. Desde luego, tampoco han contribuido…