DV Bobal 2012, un tinto mediterráneo para la cuesta de enero

Ya está: se acabó el despilfarro de las navidades y ahora toca sobrevivir estoicamente, para muchos con un presupuesto exiguo. Pero como la gastroactitud es un credo irrenunciable, ni siquiera en tiempos de vacas flacas somos capaces de transigir y flagelarnos con comestibles y bebestibles indignos. De allí que, cuando escasea el peculio,  lo que hay que hacer es mirar…