Aunque a él tal vez le disguste la etiqueta es el prototipo del cocinero-empresario. Volcado en su negocio, con más de 12 restaurantes en 8 países, es uno de los grandes embajadores de la cocina española en el mundo.

Controvertido y polémico tiene alma de rockero. Sus dotes de comunicador le permiten divulgar la cultura gastronómica dentro y fuera de España. Sin quererlo, inventó las patatas bravas más imitadas del mundo y ha difundido la esencia de la tapa por los cinco continentes. La sardina es su producto fetiche. Quienes le conocieron en sus inicios no han podido olvidar los chispeantes platos que cocinaba allá por 1997 en su primer restaurante madrileño "La Broche".

Durante su paso por la Escuela de Restauración y Hostelería de Barcelona, en la que ingresó en 1985, entabló amistad con otros cocineros de la talla de Carles Abellán (Comerçe 24), Albert Raurich(Dos Palillos), Quim Marqués (El Suquet del Almirall) o el televisivo José Andrés, propietario de 15 restaurantes en Estados Unidos. Con ellos coincidiría de nuevo en El Bulli, donde la relación con Ferrán Adriá le marcó para siempre. Lo mismo que su paso por la cocina de Pierre Gagnaire, quien le enseñó que "la pasión, la plástica y la estética son partes de una gran experiencia porque la cocina es una forma de expresar una concepción artística".

En 1998 la Academia Internacional de Gastronomíale concede el premio "Chef del Avenir",  y en 2002 recibe el Premio Nacional de Gastronomía, otorgado por la Real Academia Española de Gastronomía. También ostenta la Medalla de Oro al Mérito Agrícola de la República Francesa y otros muchos reconocimientos.

En la actualidad reparte su vida entre el restaurante de Madrid, Arola Gastro, y el resto de locales que asesora y dirige en el mundo. Gestiona tres marcas diferentes Arola Gastro, (restaurante de alta cocina contemporánea), Vi-Cool(bar de tapas, tiene dos locales en Madrid y un tercero en Ibiza) y Arola (restaurante informal) en seis países (en Turquía el Raffles Istanbul, en India el JW Marriott Hotel Mumbai, en suiza el W Verbier Hotel, en Portugal el Arola Penha Longa, en Brasil el Tivoli Hotels de Sao Paolo, y en Emiratos Árabes el Shangri-La Abud Dabi) en alianza con grandes cadenas hoteleras. Y además acaba de poner en marcha en el barrio de Chueca de Madrid El Pollo Gamberro, local de comida (pollo) take away, que por la noche se transforma en garito rockero.

Inquieto y emprendedor, ya planea sus próximas aperturas en Portugal, Luxemburgo, Barcelona y Marbella.

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