Iván Vázquez Pateiro, enólogo y viticultor nacido en Ribadavia en 1980, forma parte de la nueva generación de profesionales llamada a revolucionar el panorama del vino gallego, desde el respeto a la tradición y sus más profundas señas de identidad, pero con el conocimiento y la inquietud necesarias para aportar nuevas ideas, experimentar, recuperar métodos ancestrales olvidados y reivindicar las variedades autóctonas desde una perspectiva contemporánea.
En 2018, Vázquez creó su propia compañía, Pateiro Vinos de Guarda, que cuenta con una pequeña bodega en Beade, debajo de una casa familiar, como antaño era habitual.
Las viñas que trabaja son todas de propiedad de su familia: una parte se encuentran próximas al pueblo de Beade, otras se localizan en La Veiga (en Carballeda de Avia) y el resto en San Cristóbal (Ribadavia).
Dos de los propósitos que destacan en el nacimiento de este proyecto son la elaboración de vinos que perduren con el paso del tiempo –a través de la evolución en la botella– y la sostenibilidad, trabajando las viñas con métodos ecológicos, evitando el empleo de herbicidas, tratamientos de síntesis y plásticos no reciclables en la bodega.
La Bandida Finca Camineros 2018, el blanco que aquí nos ocupa, es un monovarietal de treixadura elaborado con la uva procedente de una parcela plantada hace 15 años en suelos graníticos de textura franco-arenosa.
Criado parcialmente en barricas de roble francés de 300 litros y depósitos de acero inoxidable, el conveniente reposo en botella ha redondeado la complejidad y untuosidad de un vino de carácter, rico en notas herbáceas, anís y manzana verde, con un paso por boca fresco y persistente, que invita a pensar que esta nueva bandida del vino gallego merodeará por los caminos sensoriales unos cuantos años más.
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