Churros rellenos, el producto alimenticio hecho de masa frita que parece tener su origen en China, es el único alimento que de una manera u otra, aparece en todas las culturas y civilizaciones a lo largo de la historia de la humanidad.
La variedad de churros en la gastronomía española es notable, desde los tradicionales que se venden de forma habitual en las ferias, verbenas y churrerías de barrio, hasta los más deseados churros rellenos, pasando por la infinita variedad de posibles coberturas e ingredientes.
Como norma general, se producen con una base de harina, agua, aceite y azúcar, todo frito en aceite caliente. Las formas de disfrutarlo dependen del gusto de cada comensal; bañados en azúcar, con canela, con chocolate, miel…
Sin embargo, la auténtica delicia y el protagonista de cada vez más fiestas y eventos gastronómicos dulces es el churro relleno. Esta es la receta más habitual para preparar este popular plato que es del gusto tanto de niños como de mayores.
Efectivamente, si el churro es un plato que deleita a la inmensa mayoría de la población, cuando lleva algún tipo de relleno no hay quien pueda resistirse. Para empezar, es imprescindible contar con el instrumental apropiado para que este delicado manjar salga a la perfección. Todo buen churrero, ya sea profesional o un cocinitas, debe contar con herramientas como la churrera o el dosificador de churros, un balde para amasar, una espumadera y la imprescindible Máquina inyectora de crema para hacer la magia y rellenar el churro.
Merece la pena detenerse un momento en este aparato y en llevar a cabo una buena elección. En este sentido, cabe destacar la empresa especializada en maquinaria para churrerías Inblan, que presenta su inyectadora rellenadora manual de crema y que es la idónea para realizar este tipo de trabajos; elaborar churros rellenos. Está fabricada con acero inoxidable y puede desmontarse sin herramientas para una buena y fácil limpieza. Cuenta con una tolva extraíble con capacidad para 2, 2´5, 3´5, 5 y 6 litros. Está especialmente diseñada para hacer churros rellenos con facilidad y seguridad, ideal para un negocio de hostelería profesional, pero también para aquellas familias que disfruten de este fabuloso desayuno y merienda con asiduidad.
Una vez que se cuenta con toda la aparatología necesaria se procederá a asegurar que se tienen todos los productos, que son; 1 vaso de harina, ½ taza de mantequilla, 3 huevos, 1 vaso de azúcar glass, 1 cucharada de sal, 1 cucharada de canela y aceite de oliva.
Con estos condimentos ya se podrá dar el primer paso que es hervir el agua, añadiéndole la mantequilla y un poco de sal. Cuando llegue al punto de ebullición, se verterá la harina y se apagará el fuego. En este punto se deberá mover bien la mezcla hasta que quede una única masa compacta.
El siguiente paso consistirá en batir los huevos mezclándolos con la canela. Se bate bien con el resto de materiales hasta que se forme una masa los suficientemente consistente. Posteriormente, se dejará reposar y se meterá en la churrera o, en su defecto, en una manga pastelera. Para introducir el chocolate o la crema pastelera se recurrirá a la inyectadora, pasándola por la masa de los churros antes de freírlos.
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