El sector de la hostelería es uno de los que mayor innovación y variación tiene. Encontramos locales de todo tipo de estilos y diseños, tanto en la presentación estética de los mismos como en la diversidad de sus productos. Un elemento muy importante de cara al público es el mobiliario hostelería. La presentación lo es todo y debemos cuidar hasta el último detalle.
El mobiliario no es un simple complemento decorativo, es un elemento más de la experiencia. El entorno invita y ayuda a pasar una buena experiencia y quedar con una satisfacción plena del momento. Es por ello que, a la hora de diseñar nuestro negocio hemos de tener en cuenta qué tipo de restaurante y con qué mobiliario lo queremos montar.
En este sentido, elegir el mobiliario de hostelería adecuado implica pensar tanto en el diseño como en la funcionalidad. Debe ser resistente, fácil de limpiar, adaptarse a la normativa vigente y, por supuesto, reflejar la identidad del negocio.
Las mesas para hostelería son uno de los elementos clave en cualquier restaurante o bar. Existen diferentes materiales y estilos, desde las mesas de madera maciza, perfectas para ambientes rústicos, hasta las metálicas o de resina, ideales para terrazas o espacios modernos.
A la hora de elegirlas, conviene tener en cuenta el espacio, pues hemos de optimizarlo para que los clientes estén cómodos, pero sin perder capacidad en el restaurante. También la resistencia que estos tengan. Van a tener un uso diario y por ello es preferible buscar mesas con bases metálicas o de acero inoxidable. Por último, la versatilidad en las mesas pues estas varían en función del espacio en el que se encuentren, ya sea dentro o fuera.
Además, es recomendable combinar diferentes tamaños de mesas, en función de los comensales, lo que permite adaptarse a las necesidades del día a día.
Como hemos comentado, la base de la mesa es importante pues marcará en buena medida la resistencia y duración de las mismas. En el mercado existen bases de hierro fundido, acero inoxidable o aluminio, cada una con sus ventajas:
A la hora de decidir, también es importante considerar la forma de la tapa que se colocará encima. Las bases de cuatro patas son más adecuadas para mesas rectangulares o cuadradas, mientras que las de pie central aportan comodidad en las mesas redondas, al evitar obstáculos para las piernas.
Las tapas de mesa son la superficie visible del conjunto, y por tanto, uno de los elementos que más influyen en la decoración del local. Aquí se puede jugar con materiales, colores y acabados para reforzar la personalidad del restaurante.
Entre los materiales más comunes destacan:
Invertir en tapas de calidad garantiza una larga vida útil y una buena imagen a lo largo del tiempo.
Las sillas para hostelería son tan importantes como las mesas, ya que influyen directamente en la comodidad del cliente. Una buena silla debe ofrecer soporte, ergonomía y durabilidad. Además, su diseño debe integrarse con la decoración general del local.
En cuanto a materiales, las sillas de madera siguen siendo un clásico por su calidez y estética, mientras que las de metal o polipropileno resultan más ligeras y fáciles de limpiar. En exteriores, las sillas apilables o plegables son una opción práctica y funcional.
También es recomendable disponer de diferentes modelos según el área del restaurante: sillas más robustas para el interior y opciones ligeras y resistentes para terrazas o patios.
La inversión inicial en mobiliario para hostelería puede variar mucho según el tamaño del local y la calidad de los materiales elegidos. El mobiliario, el local con el que contamos, la idea de restaurante o bar que tengamos marcará en buena medida la inversión que vayamos a realizar. Como hemos mencionado, el mobiliario también influye de manera determinante en el éxito que vaya a tener nuestro negocio.
En general, un restaurante de tamaño medio puede necesitar una inversión inicial de entre 5.000 y 10.000 euros en mobiliario, dependiendo del número de comensales y del estilo del negocio.
Montar un restaurante exitoso no solo depende de una buena cocina o una ubicación estratégica, sino también del ambiente que se crea. El mobiliario de hostelería es una inversión a largo plazo que refuerza la identidad del negocio, mejora la experiencia del cliente y contribuye al confort y la eficiencia del servicio.
Elegir con criterio cada elemento —bases, mesas, sillas y tapas— es clave para construir un espacio funcional, atractivo y rentable. En definitiva, el mobiliario no es un gasto, sino una herramienta estratégica para hacer crecer tu negocio hostelero.
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