Cualquier temporada, en cualquier momento, resulta apetecible comer en una localidad costera. Más aún en verano, cuando sentimos la llamada del mar, los ríos y las rías. He aquí nueve sugerencias para rematar el plan estival, y de toda estación, en los restaurantes de Vizcaya asomados al mar.
Vaya, aquí sí hay playa. Los arenales se cuentan entre los numerosos atractivos naturales de Vizcaya, provincia asomada al Cantábrico con una línea costera sembrada también de acantilados, bahías, desembocaduras, parques naturales y hasta reservas de la biosfera. En dicho escenario, es normal que se te antoje un pescado, aunque la siguiente selección de restaurantes incluye también sugerencias donde flirtear con el fine dining o, cómo no, apretarte una chuleta para rematar cualquier escapada o negocio.
En esta ocasión, los establecimientos no se disponen por orden alfabético, sino ‘de izquierda a derecha’, como te los encuentras según te desplazas de la frontera con Cantabria a la ‘muga’ con Guipúzcoa. Que aproveche.
Barrio La Arena, S/N. Zierbena. Tel. 600 744 741. Precio: a partir de 55 €.
La Fábrica de Juan, el restaurante comandado por Koldo Arrillaga frente a la concurrida playa de La Arena, cuenta como factor diferencial con el conocimiento del anfitrión en torno al mundo del vino y, por supuesto, una amplia bodega que atesora medio millar de referencias. No obstante, él mismo señala también el esfuerzo en exhibir cercanía en el trato, huyendo de rígidos protocolos a la hora de atender a una clientela que aprecia el producto de temporada, tanto del mar como de la montaña. En dicha línea de actuación ha incorporado a su carta un apartado de atún rojo salvaje de almadraba “con distintos cortes (mormo, lomo negro, parpatana…) y esquemas para que el cliente sepa lo que está comiendo y cómo identificarlo”.
El establecimiento abrió sus puertas en 2005 y desde entonces ha experimentado una transformación y una ampliación notables. “Empezamos en otro formato de negocio, pero caímos en la cuenta de que hacíamos lo mismo que la mayoría de la hostelería de la zona y decidimos diferenciarnos. Además, hemos incorporado una terraza que se puede disfrutar todo el año y tiene un atractivo especial en invierno”, describe Arrillaga, un emprendedor que tiene en mente abrir cerca otro pequeño local (no más de ocho o diez mesas) donde brindar, exclusivamente con reserva previa, “una experiencia plena con productos de cercanía”.
Localización: “La cercanía al mar es primordial y, a su vez, a nuestra espalda tenemos también montaña, con lo cual la gente puede disfrutar de ambas opciones. Eso nos hace estar en un enclave perfecto para los amantes del mar, la montaña y la gastronomía”.
Plaza Juan José Mendizábal, 8. Santurtzi. Tel. 944 93 71 82. Precio: a partir de 30 €, en barra, y 50 €, en comedor a la carta. Cierra lunes.
El vínculo de Santurtzi con la sardina es tan profundo y sentido como cabe deducir de la popularidad de esa canción que narraba con desparpajo el recorrido de las añoradas sardineras desde Santurce a Bilbao, con el género sobre su cabeza y la falda remangada, luciendo pantorrilla. No obstante, la globalización ha traído consigo que cada vez escaseen más los lugares donde poder zamparte en la mejor compañía una docena bien asada. La excepción más luminosa es La Oficina STZ, donde el joven Jon Belloso despliega su talento a la hora de cocinar la fauna marina aplicando diferentes técnicas, desde la fritura a la parrilla, sin olvidar salmuera, marinado o guiso. Y, claro, en verano pone especial atención a chipirones de potera que engrandecen su carta, así como a bonitos y sus ijadas o ventrescas que cobran brillo en los distintos espacios y propuestas del local. ¿Qué tal un marmitako en su menú del día? ¿Mejor un pincho de bonito rebozado o a la plancha en su barra? ¿Prefieres las sardinas en su informal terraza?
“Me encanta el olor a puerto, algas secas al sol, rocas mojadas, pescado fresco, redes húmedas, cuerda vieja y madera. Incluso al gasoil de los barcos. Y, en épocas de verano, el olor de los pescados azules de temporada a la brasa”, contextualiza Jon, quien considera “súper importante el poder trabajar con personas como Jaione de la Cruz (Pescados de la Cruz), que se han dedicado a la mar durante generaciones, para poder entender los productos que servimos”.
Localización: “Estamos ubicados en una de las fachadas más antiguas del pueblo. Cuentan que el nombre de La Oficina se debe a que fue una oficina donde se recogían las cartas para poder trabajar en el puerto. Día a día intentamos que este patrimonio cultural no caiga en el olvido, sirviendo comida y bebida con conciencia”.
Doña María Díaz de Haro, 2. Portugalete. Tel. 94 401 48 00. Precio: desde 85 €. Cierra martes y miércoles.
Zuriñe García, ex Andra Mari, ha encontrado en el Puente Colgante Boutique Hotel, en la desembocadura del Nervión y prácticamente a los pies del icónico Puente Bizkaia, la oportunidad de reivindicarse como cocinera y alcanzar al fin la condición de referente de la cocina vizcaína. Tiene a su disposición la doble propuesta del establecimiento, abiertamente popular en El Txakoli de El Paladar y más fine dining en El Paladar by Zuriñe García. Éste es el espacio donde debe mostrar su perfil más creativo sin dar la espalda a la tradición, de ahí que emplate lo mismo moro de merluza con su colágeno que pintada sobre guiso de setas y cereales.
Fue en 2022 cuando Zuriñe llegó al PCBH, que ha puesto a su disposición el storytelling del lugar, basado en “la historia de su fundador, Manuel Calvo y Aguirre, un joven portugalujo que con 16 años fue a las américas e hizo fortuna con la caña de azúcar, el tabaco y las navieras. Era un visionario que en 1871 mandó construir una mansión, para retirarse, que hoy es el hotel”. En ella encuentras hoy espacios tan singulares y especiales como el Cromwell, el club donde el comensal es recibido con vermut y el primer bocado.
Localización: “La ubicación es importante. Por suerte, estamos junto al Puente Colgante de Portugalete y cerquita de la ría, que nos regala unas vistas espectaculares. En la terraza cuidamos a nuestros clientes con brisa y ese olor característico a la sal del mar”.
Muelle de Ereaga, 4, 1º. Getxo. Tel. 94 491 00 05. Precio: a partir de 70 €.
La panorámica sobre la playa de Ereaga y el mar Cantábrico figura entre los atractivos de Tamarises Izarra, el restaurante con la firma de Javier Izarra donde el cocinero contempla la tradición gastronómica vasca con visión contemporánea. Es la suya una cocina de sabor, memoria y actualidad donde destacan preparaciones como la ensalada de bogavante (“increíblemente, nuestro plato menos elaborado es el más demandado”) y no faltan caza, casquería ni clásicos de la cocina vizcaína. Setas, trufas y verduras advierten del cambio de estación y en la oferta de pescado aparecen machotes, mojarras, lubinas salvajes, rapes negros y rodaballos.
Así, Izarra ha sabido poner al día un restaurante centenario ligado hasta su llegada a un clasicismo inquebrantable. “Para mí fue todo un regalo de la vida el poder encabezar Tamarises en esta nueva etapa, pero a la vez supone una gran responsabilidad el poder estar a la altura de su historia. La de un edificio protegido, de cara al mar, donde los grandes gourmets de otra época tuvieron durante muchos años su templo gastronómico. Nosotros lo actualizamos, tanto estéticamente como en cuestión de alma, con un equipo joven y muchas ganas de trabajar y hacer disfrutar a los clientes de siempre y a los nuevos”, señala Izarra antes de enumerar más ‘hits’ de la casa: arroz de vieiras y carabinero, huevo poché con panadera cremosa de hongos y foie fresco, tartar de carabinero, garbanzos con bogavante, tronco de rodaballo a la brasa, chuleta madurada…
Localización: “Evidentemente, nuestra privilegiada ubicación, el estar tan cerca del mar, es un gran reclamo, y más en un municipio como Getxo, donde contamos con paisajes maravillosos y grandes atractivos culturales y arquitectónicos como el Puente Colgante (Puente Bizkaia)”.
Erribera, 3. Plentzia. Tel. 94 677 00 40. Precio: más de 100 €. Cierra lunes.
En ciertos círculos, Iker y Jon Mentxaka son conocidos como Hermanos Producto por la calidad de la materia prima que preparan y sirven en Hondartzape, la casa de comidas con vocación de permanencia que comandan junto a la ría de Plentzia. Desde diciembre de 2021, ésa es la ubicación de un asador de larga trayectoria que antes, de 1979 a 2019, atendió a su solvente clientela en la misma playa de Gorliz. Ahora es en la localidad vecina donde procuran satisfacción a una parroquia eminentemente ictiófaga.
Cuando Iker se refiere a su recetario, habla de cocina artesanal, minimalista y esencial, de la parrilla como forma de expresión donde se dan la mano intuición, exactitud y técnica, de honestidad, de entorno y de respeto a la tradición y al producto de temporada. Y no cabe otra que darle la razón cuando arrima a la mesa besugos, reyes, meros, merluzas, percebes, almejas, langostas o chipirones a la brasa. Siempre producto único, sostenible y estacional, respetando los ciclos biológicos y las paradas naturales del mar. Al fin y al cabo, el objetivo no es otro que ser reflejo de un paisaje, de una cultura gastronómica profundamente arraigada en la costa vasca, de una manera de entender la cocina que pone en valor el producto, la temporalidad y el fuego como elemento esencial.
Localización: “La ubicación es esencial en nuestro discurso culinario. En Hondartzape somos intérpretes de nuestro territorio, cocinamos en nuestro entorno y desde él. El mar es nuestro paisaje, pero también nuestra despensa. Plentzia, nuestro pueblo natal, es una localidad costera de tradición marinera. La ría preside nuestra sala, atraviesa el municipio y desemboca en la bahía, en pleno mar Cantábrico, entre Barrika y Gorliz”.
Luzarragako bidea, 2. Bakio. Tel. 94 619 40 43. Precio: desde 75 €. Cierra miércoles.
Bakio, un municipio sembrado de segundas residencias, cuenta entre su oferta hostelera con Gotzon, el restaurante abierto por Gotzon Longarai y Edurne Rodríguez allá por 1968. Desde hace tiempo son sus hijas Sorkunde y Gotzone, responsables de sala y cocina respectivamente, quienes están al frente del negocio con la consciencia de comandar toda una “institución” en el pueblo. Frente al mar y brindando la posibilidad de comer en una zona ajardinada, un velador acristalado y una de comedor junto a la barra con estupendas vistas.
Con dicho horizonte, lo más vendido es marisco y pescado del entorno: rodaballos salvajes, besugos de Bermeo, lubinas de Armintza, lenguados de Lekeitio, bonito… En el marco de su máximo “respeto al producto”, tampoco se descuidan frutas y verduras, ni los pimientos verdes ni tomates que cosechan en su propia huerta. “De la mar a la plancha y de la huerta a la cazuela”, proclama Gotzone, cuyos abuelos Cecilio y Mercedes ya regentaron un batzoki y un hotel restaurante (Longaray) en la localidad, por lo que puede presumir de ser ya tercera generación hostelera. Aunque no vislumbre un relevo y fije la jubilación como objetivo; “nos hacemos mayores”, dice.
Localización: “La ubicación, ese entorno privilegiado frente al mar, lo es todo en Gotzon. Están las vistas, el microclima, la decoración, el mimo, el trato personalizado, el producto… Es un conjunto de todo”.
Barrio Artike, 45. Bermeo. Tel. 613 006 827. Precio: a partir de 95 €. Cierra: domingo y lunes.
Rola es el restaurante de Nafarrola, hotel boutique donde Gaizka y Josu Goikoetxea, uno en cocina y el otro en sala, escenifican su comunión con los distintos ecosistemas de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Además de su historia y anécdotas, son sus caseríos, huertos, estuarios, bosques, pueblos, litorales y montañas las que inspiran un menú degustación donde este verano asoman anchoa, bonito, tomate, ostra, setas, lubina, pichón, tomillo, quesos y helados. Así pretenden “trasladar el destino”, ser “embajadores” de su entorno, hasta el extremo de que dedican una carta específica, con más de 30 referencias, al txakoli de Bizkaia.
El hotel fue puesto en marcha por los hermanos Goikoetxea en 2021 (el restaurante se abrió dos años después), es fruto de la ampliación de un caserío erigido en 1842 y se adentra en el monte hasta alcanzar la altura suficiente para dejarnos ver el mar desde su terraza y sus ventanales. Los no alojados tienen oportunidad de tomar asiento en su comedor de martes a sábado, siempre con reserva previa, mientras que los inquilinos tienen a diario servicio de cena a la carta. Dentro de unos años también podrán disfrutar de txakoli elaborado con el viñedo nuevo que rodea el edificio.
Localización: “Su importancia es absoluta. Por eso empezamos los servicios con el dónde estamos, en Nafarrola, zona de presunción arqueológica en el valle de Artike. Este barrio se ha conocido por los molinos, que desaparecieron prácticamente todos en las inundaciones de 1983, y el txakoli. Y cabe destacar que en la primera mención escrita de Nafarrola, en la ratificación del Fuero de Bermeo por parte del Señor de Vizcaya, en 1285, se menciona la palabra ‘caserío’ por primera vez en la historia de esta provincia”.
Barrio Portuondo, 5. Mundaka. Tel. 94 687 60 50. Precio: desde 70 €.
El comedor del restaurante Portuondo es, probablemente, la mejor atalaya sobre la cambiante playa de Laida y la desembocadura y el curso de la ría de Mundaka, serpenteante columna vertebral de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Qué mejor escenario para degustar principalmente pescado fresco a la brasa, piezas enteras de rodaballos, lubinas o besugos salvajes. Ojo, que también tienen éxito el tartar de gamba roja y, claro, la chuleta de ganado mayor a la parrilla. “Es otro de los platos más demandados”, señala la cocinera Olaia Fernández de la Cuadra, tercera generación al mando.
Todo lo referido figura, efectivamente, entre lo más vendido en el comedor a la carta, aunque el establecimiento cuenta también con una oferta más popular de cervecera donde puedes comer, sin posibilidad de hacer reserva, txistorra, morcilla, pollo asado o costilla de cerdo. No obstante, el recetario marino es lo que aporta el prestigio a esta casa cuyo origen se remonta a 1963, como “un pequeño chiringuito de verano” junto al caserío que aún ocupa el negocio, lo que Olaia recuerda como “un merendero sencillo mirando a la ría”.
Localización: “La ubicación lo es todo. Portuondo no se entiende sin la ría de Mundaka ni sin Urdaibai. Estamos en un lugar privilegiado, con las mejores vistas de la ría, en plena Reserva de la Biosfera. Aquí la naturaleza no es solo un decorado, es parte fundamental de la experiencia. El entorno y el discurrir de las mareas nos dan identidad, nos dan producto y también responsabilidad, la de cuidar lo que nos rodea y compartirlo con respeto”.
Barrio Kanala, 29. Gautegiz-Arteaga. Tel. 94 402 53 69. Precio: a partir de 50 €, en terraza, y de 80 €, en el restaurante gastronómico.
El restaurante Kanala fue durante años lugar de peregrinación para quien quería comer un buen arroz en Bizkaia. En su lugar se encuentra desde 2024 este Kanala Beach que mantiene el atractivo de arroces secos y melosos como gran polo de atracción y especialidad de un negocio completamente renovado y dotado de diferentes espacios de acomodo y disfrute donde ahora oficia Jon Otxandio. Él es el responsable de una carta en la que también figuran propuestas audaces como los tallarines de begihandi sobre velo de su tinta y cebolla roja caramelizada y las kokotxas de merluza sobre guiso de morros-orejas y shiitakes salteadas con espuma de tubérculos.
Los pescados frescos que llegan cada día a su cocina son otro gran reclamo “sin artificios” de este refugio situado a un paso del acceso a la playa de Kanalape. Y en el propósito explícito de ofrecer “cocina de calidad en espacios únicos” encaja también la gestión del chiringuito de la playa de Ea (K Beach Ea), donde persiguen que la clientela pueda “disfrutar de la esencia de Kanala Beach en un entorno diferente pero igual de especial”.
Localización: “Uno de nuestros mayores valores es, sin duda, la ubicación en pleno corazón de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, enclave natural de enorme belleza y riqueza. Esto no solo aporta encanto al entorno, sino también una responsabilidad: proteger y respetar el medio que nos rodea. Por eso apostamos por productos de cercanía y de temporada, integrando la sostenibilidad en nuestra filosofía gastronómica”.
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