La de anoche no fue la mejor gala de la famosa lista británica. Ni por el escenario elegido, ni por el desarrollo del evento que año tras año se masifica imparable hacia una rutina que roza el aburrimiento. Escoger un espacio ferial particularmente desangelado y mal atendido en una ciudad como Turín repleta de palacios y lugares con encanto no contribuyó al éxito del acto. Tampoco las altas temperaturas y la humedad de la noche ajenas a los organizadores.
Aquel glamur y expectación que rodeaba los resultados de esta lista en sus primeros años en Londres, cuando era un espejo de las tendencias de la alta cocina, ha derivado en algo tedioso, falto de emoción y sospechosamente manipulado. Y no solo por la organización.
Las agencias de comunicación, conscientes de cuál es el juego, planifican reiteradas visitas a los restaurantes de sus clientes por parte de los presuntos votantes ¿Cómo saben quiénes ejercen el voto si según la organización es un acto secreto y los votantes no pueden hacer gala de su condición de serlo? ¿Se trata de una confidencia a voces?
Responsabilidad en la que incurren los propios cocineros que pasan el año completo en campaña realizando actos de relaciones públicas con convocatorias forzadas a cuatro manos para recabar votos allende sus fronteras entre colegas y periodistas. Nada nuevo ni desconocido pero que resta espontaneidad y credibilidad a una lista atenazada por el trasfondo económico que encierra.
Da lo mismo que los resultados sean el desenlace de más de 1.000 votantes en todo el mundo, según afirman los organizadores, su opacidad y falta de transparencia despierta año tras año las mismos recelos, la sensación de que los resultados responden a intereses estratégicos y económicos.
En The World’s 50 Best Restaurants, siempre ha habido sorpresas, sobre todo en los primeros años cuando los favoritos en lugar de encaramarse a la cima descendían sin piedad, como sucedió con el brasileño Alex Atala. No en vano Ferran Adrià afirmaba que se trataba de una “lista asesina”.
El equipo de Etxebarri, mejor restaurante de Europa
Que en la edición 2025 no haya ganado Etxebarri es un acontecimiento extraño dado que desde 2019 quienes han ocupado el segundo puesto como era el caso de Arguinzoniz han ascendido de manera automática a liderar la pirámide. Para contrarrestar lo esperable recibió el premio de consolación como mejor restaurante de Europa. Y el de mejor sumiller, que fue a parar con merecimiento a Mohamed Benabdallah, quien dirige la bodega del caserío de Axpe. Enorme el mérito de Bittor Arguinzoniz que lleva 10 años entre los primeros diez puestos, carece de agencias y de planes de comunicación y no se ausenta jamás de su restaurante. La gran excepción que confirma la regla.
Desde la perspectiva global la noche nos dejó píldoras para la reflexión a tenor del desenlace. Resulta satisfactorio que el vértice de la pirámide – Maido, Etxebarri, Quintonil y DiverXo, o lo que es lo mismo, Perú, España y México- hable español. Es decir, comparten cultura gastronómica: cocineros que han bebido de las mismas fuentes. Un porcentaje apabullante. Si se alarga la mirada hasta los diez primeros clasificados encontramos a Don Julio (Buenos Aires) y a Kjolle (Lima) lo que supone más del 50%.
El equipo de Maido, mejor restaurante del mundo 2025
Entre los 50 primeros sorprendió -solo a los más ingenuos- la abrumadora presencia de hasta seis restaurantes de Tailandia, pertenecientes al grupo de restauración del cocinero indio Gaggan cuyos jefes de cocina se encuentran en campaña permanente por toda Asia, con su líder a la cabeza que ocupó el número seis del famoso ranking, el mentor que todo lo abarca y cuya cocina nos resultó absolutamente decepcionante en nuestra última visita.
Gaggan y su equipo en la gala de Asia
Llama la atención, a su vez, el desplome absoluto de la cocina nórdica que solo colocó a dos restaurantes Alchemist (6) y Kadeau (41) entre los 50 primeros. Tan llamativo como la raquítica presencia de Estados Unidos con un solo restaurante, Atomix (12) de origen coreano, reflejo del bajo nivel culinario de sus restaurantes de alta cocina.
Y por supuesto, el gran momento de Italia con cinco entre los 50 primeros, o de Perú con cuatro. A su vez, España con cuatro restaurantes entre los 50 mantiene una posición relevante: Etxebarri (2), DiverXo (4), Elkano (24) y Enigma (34).
Nico Romito, cocinero propietario de Reale (Italia)
El hecho de que los mejores, es decir los que alcanzan el número uno, pasen a un cuadro de honor comporta la ventaja de que no se repitan los mismos nombres en caso de evidente supremacía de un establecimiento, como sucedió con elBulli y Noma. El inconveniente es manifiesto: si los mejores van quedando fuera ¿quiénes quedan dentro?
Da igual el balance, la lista trasmite la sensación de un ranking excluyente que deja fuera incontables restaurantes en el mundo bastante mejores de los que se mencionan. Un balance que trasmite desgaste en lugar de dinamismo.
Mientras tanto, se refuerza de año en año la presencia de Asia no solo por el número de participantes, sino por parte de la prensa asistente y patrocinadores. ¿Reflejo de la pujanza económica de Oriente? ¿Por qué motivos la lista se olvida de un continente entero como Australia, que años atrás contó con grandes representantes? Esta edición con una excepción la de la cocinera Mindy Woods, cuyo restaurante no aparece en la lista y que fue proclamada “Campeona del cambio”. Respecto al premio a la mejor cocinera, mejor no mencionarlo. Solo se entiende si se comparte la idea de discriminación positiva.
Gala en Asia, el pasado marzo
Y en el ámbito de lo puramente doméstico, el dato negativo de algunas instituciones españolas que deberían plantearse con más seriedad su presencia en semejantes eventos internacionales ¿Acaso alguien se cree que los asistentes saben qué es la Diputación de Jaén? Si los jienenses quieren promocionar sus AOVES, debería aparecer con un logo que los identifique y no el de una institución completamente desconocida que nadie es capaz de relacionar con el aceite de oliva. Ni los chefs de Hong Kong ni de Singapur saben qué es Diputación de Jaén, Gran Selección. ¿Selección de qué? ¿De quisquillas de Motril, por ejemplo? Si una imagen se paga con dinero público la institución está obligada a buscar el mejor retorno.
Logo que parecía en el escenario y photocall
Lo contrario que algunas empresas privadas presentes como Osborne con sus jamones 5Jotas, que organizan degustaciones en directo y actos paralelos para dar a conocer su producto con enorme éxito entre prensa y cocineros.
La sensación de inmovilismo prosigue en The Worlds 50 Best. El mundo gastro actual seguirá aplaudiendo en años venideros una lista tan adormecida como influyente, el gran escaparate de egolatrías e intereses escondidos.
Formación online en gastronomía. Cursos a medida de todos los alumnos e intereses.
Cenas, aperitivos, picnics... son los momentos más adecuados.
La abadía de Fossanova (Italia) acogió la cuarta edición de un evento que celebra la…
Un paseo para descubrir las mejores direcciones al borde del mar.
El cocinero malagueño elige piezas y técnicas.