Restaurante Numa Pompilio (Madrid)
El local de cocina italiana de Sandro Silva y Marta Seco fundadores de el grupo El Paraguas: un derroche de suntuosidad en el corazón del barrio de Salamanca
DIRECCIÓN: Calle Velázquez, 18. Madrid (COMUNIDAD DE MADRID) .ESPAÑA
CONTACTO: 916 859 719 http://restaurantenuma.com
Se inauguró en 2018 después del verano. Supuso la primera incursión de Sandro Silva y su mujer Marta (El Paraguas, Amazónico…) en una cocina no española. Numa Pompilio es un restaurante en clave italiana, como se deduce de su nombre que hace referencia a uno de los emperadores romanos.
Un entorno suntuoso, con rincones algo recargados, que recuerda a las grandes trattorias del país de la bota, con uno de los jardines interiores más bonitos de Madrid que han sabido convertir en una acogedora terraza de vegetación frondosa, pérgolas, parasoles y fontanas.
Es un restaurante hecho a la medida de la burguesía madrileña, esa con la que tan bien ha conectado Silva. No es difícil encontrarse con rostros conocidos, desde futbolistas a Isabel Preysler con Mario Vargas Llosa.
Pasta fresca y especialidades clásicas
La carta recoge especialidades italianas de distintos orígenes y aunque al principio trató de desmarca del sota, caballo y rey que ofrecen la mayoría de los locales de la capital, ha acabado sucumbiendo a las preferencias de la clientela. Sobre las mesas algunos de los grandes platos clásicos como el vitello tonnato, la parmigiana de berenjenas, las flores de calabacín rellenas en temporada, el steak tartar de ternera fassone o el solomillo al marsala con trufa negra.
Un capítulo muy interesante son las pastas hechas en casa que van rotando. A los agnolotti de calabaza, le siguen los tagliolini con alcachofas, los linguini con pesto de pistacho, los rigatoni con salsa amatriciana, especialidad romana, o los spaghetti con carbonara tradicional. Tampoco faltan los risottos.
Dos postres super clásicos: el tiramisú y la pannacotta.
La oferta se completa con una bien surtida bodega repleta de referencias italianas y no pocos productos italianos de calidad que van desde los grissinis hasta los quesos.
Difícil pagar menos de 60 euros por cubierto, eso sin hacer excesos con los vinos.
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INSTALACIONES | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Valoración general | |
Sala | |
Aseos | |
Bodega |
SERVICIO | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Servicio sala | |
Servicio vinos |
EQUIPAMIENTO | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Valoración general | |
Lencería | |
Vajilla | |
Copas |
COCINA | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Valoración general | |
Cocina | |
Grado de innovación | |
Presentación | |
Pastelería | |
Equilibrio en los platos | |
Calidad materia prima | |
Valoración dietética |
COMPLEMENTOS | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Valoración general | |
Café | |
Pan | |
Aceite | |
Infusiones |
BODEGA | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Valoración general | |
Licores | |
Relación calidad/precio | Seleccione relación |
ELEMENTOS AMBIENTALES | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Valoración general | |
Ambiente | |
Decoración | |
Zona de copas | |
Ruido | |
Iluminación | |
Espacio | |
Confort |
PRECIO | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Relación calidad/precio | Regular |
Relación precio/placer | Regular |
GENERALES | PUNTUACIÓN [0-10] |
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Puntuación total | 6.5 |
Sabía dónde iba , ya había comido en ese restaurante en más de una ocasión . Es caro para ser un restaurante italiano con una carta muy limitada, pero se asume por el servicio y la exclusividad del sitio . Pero esta vez cuando llegó la cuenta mi sorpresa fue supina cuando compruebo que por dos copas de vino espumoso, ni idea del vino que me sirvieron, me cobraron 45 euros. La cuenta se disparó ,por vergüenza y educación no reclamé, pero creo que hacía tiempo que no me sentía tan engañado en un restaurante.
Nos encantó la cocina italiana sofisticada con una decoración espectacular. Recomendamos la lasaña de faisán y el ravioli de rabo de toro! Podéis leer nuestra experiencia aquí https://www.theeatingplace.com/restaurante-numa-pompilio/
DECEPCIONANTE
Carisimo
Cobran el aperitivo que tu no pides
Vino blanco caliente
Cubitera sin hielo
Demasiado personal pero muy incompetente
Si lo quieren hacer peor imposible
Los baños son un horror, deberían reestructurarlos, hay q entrar de lado de lo estrecho q es el lugar. La comida está bien. El lugar con decoración muy recargada y oscura
Comida discreta, servicio mediocre ., ubicación de algunas mesas en el jardin nefasta.
Clarisimo para la comida que Dan y la atención muy mala también solo merece la pena el sitio que es espectacular
Sitio espectacular y pomposo, visualmente merece la pena, otra cosa son ya los precios, pomposos también. Pagar, por tres platos de pasta, que pueden estar buenos, pero no es caviar, caso 130€, me parece una tomadura de pelo. Sabíamos a lo que íbamos, que era caro, por eso no pedimos ni vino, pero cuando llega la cuenta y vemos que nos han cobrado 12€ por los palitos que pan y tres aceitunas que te ponen de cortesía… mamma mía!!!! Si me lo dicen no los como!!! Al final de la cuenta un shaya cop. Locos pensando qué sería eso. Así que, buscamos en internet llegando a la conclusión de que es una copa de verdejo… acabáramos!!! Y yo que no había pedido vino para no pagar esos 7€ que me estaban cobrando. Ahora viene lo peor de todo, se lo digo al camarero que qué es eso y me dice que la copa de vino que me he tomado, le comento que yo no he bebido vino y se pone a preguntar a todos los camareros si me han servido vino. Por dios!!! Que me acabas de cobrar 40€ por unos espaguetis!!!! En fin… amigos míos… me jodieron el presupuesto para el finde y rebosantes de felicidad. No vuelvo, y no recomiendo ir
Carísimo para los platos simples que son.Y encima un comensal de otra mesa y yo vomítanos en el baño.
El sitio es muy chulo
Otra cosa que no me gusto es ver a camareros en la calle fumando, que mala imagen!!!
El sitio muy bonito. Comida buena pero servicio malo.muydeficiente. Precio excesivo .
Jamás, nunca jamás, me han tratado tan mal en un restaurante. Hasta tal punto que solicité la hoja de reclamaciones. NO LES IMPORTAS NADA.
Habiamos reservado en la terraza una mesa para 2 para cenar a las 22h. Me llamaron varias horas antes para confirmar la reserva y tambien me pidieron confirmarla de manera telemática.
Llegamos puntuales, en la puerta ya habia varios grupos esperando a ser sentados. La recepcionista nos indica que en unos minutos nuestra mesa estaria lista… nada mas lejos de la realidad… pasaros 25 minutos y nada, seguiamos de pié en la entrada ESPERANDO… a los 35 minutos y tras haberle indicado al restaurante en varias ocasiones nuestro malestar por la espera, nos siguen dando largas indicando que en breves minutos nos sentarían en nuestra mesa. MENTIRA TRAS MENTIRA
En ningún momento nos ofrecieron nada durante la espera, ni un triste vaso de agua.
Al ver que ya habian pasado 45 minutos le indico al recepcionista que me entregue la hoja de reclamaciones y que no teniamos ninguna intención de continuar esperando ahi. El supuesto «encargado», se puso a la defensiva y consiguió ponerme muy nervioso y alterarme, momento en el que si no interviene y me relaja mi acompañante podria haber sufrido cualquier percance. Por fin nos entregaron las hojas de reclamaciones casi 1h mas tarde de nuestra reserva.
Por ultimo, despues de cumplimentar y entregarle las hojas, y habiendo pasado 1h y 10 minutos desde la hora de reserva, el «encargado» nos susurra que nos invitaba a cenar intentando desesperadamente sobornarnos a cambio de no entregar la hoja. Lamentable que ni nos ofrece un vaso de agua teniendonos esperando todo ese tiempo y al final insinua eso.
Durante nuestra espera me fijé en el servicio y la cocina que esta en la entrada, si te preocupa las medidas de higiene y sanitarias, te recomiendo alejarte de este establecimiento, varios cocineros no llevaban la mascarilla mientras preparaban los platos.
Una decepción El día 20 de mayo celebramos el cumpleaños de un hijo mío, teníamos muchas ganas de comer allí. Cuando estábamos tomando el postre , nos invitaron a que nos levantáramos cuánto antes , pues tenían otro turno. Cuando reservamos nadie nos dijo que teníamos que dejar la mesa a una hora determinada, si hubiera sido así no habríamos reservado. Consiguieron amargarnos el cumpleaños. Por otra parte dada la situación del Covid , nuestra mesa no tenía apenas separación de las más cercanas Parece mentira que un restaurante de esa categoría trate así de mal a sus clientes.
Una decepción total.
Hicimos la reserva en la terraza con 2 meses de antelación, llegamos y nos acompañan a la mesa , una mesa redonda al aire libre, cuando estamos a punto de sentarnos nos quitan la mesa diciendo que habían decidido cambiar de sitio a otras 4 personas porqué le gustaba más esa mesa que la que le iban a asignar, y con razón…la mesa que nos dieron era super pequeña, los platos se choquaban entre sí, no cabía ni un alfiler.
Al quejarme por lo sucedido me dicen que no podía hacer nada al respecto y que si hubiésemos llegado unos minutos antes eso no habría pasado… flipante, ni un lo siento ni nada.
Luego entendimos la jugada .. los que se habían sentado en la mesa redonda y más espaciosa eran amigas o conocidas de una de las jefecillas, la cual durante la comida no paró de abrazar y besar a unas de las comensales. Vergonzoso ver eso con lo que está cayendo, medida de seguridad cero.
La comida….una vergüenza, raciones ridículas y precios exagerados por la calidad que tiene.
La pasta dura como una piedra, y a mí me gusta al dente… Italiano y no controlar la cocción de la pasta…sin comentarios.
Total…está claro que no volveré a pisar ese sitio y espero que esta parrafada le quite la idea a otra persona que estén pensando ir.