Aunque caviar y vodka es una de las armonías más recurrentes en el ideario del sibarita, difícilmente pocos han soñado en ingerir ambos productos en su único shot. Pues bien, ahora esto es posible gracias a la iniciativa de Real Caviar, la compañía asentada en Barcelona y que lidera la comercialización de las huevas de las distintas variedades de esturión en el sector de la restauración española.
Eric Segarra, CEO de la empresa, que se provee de caviar de distintas regiones del mundo –como Bulgaria, Polonia o China– asegura que «Real Caviar no es solo una bebida; la hemos concebido para aquellos que buscan lo extraordinario. Estamos seguros de quienes prueben nuestro vodka lo conservarán para siempre en su memoria».
Para llevar a cabo un propósito tan ambicioso, Segarra y sus socios han recurrido a la destilería ibicenca de Wolfgang Lettner, donde han podido poner en práctica aúna minuciosa labor artesanal, realizando nada menos que seis destilaciones del aguardiente de grano, aprovechando también las aguas de San Rafael, ricas en minerales y toques de oro que no solo refinan la textura del destilado, sino que también le aportan matices que enaltecen su elegancia.
Vodka Real Caviar, con un dry martini elaborado con vodka Real Caviar, en el Dry Martini by Javier de las Muelas de Madrid
En cuanto a la expresión del caviar en el propio vodka, hay que decir que es evidente, pero no rotunda. Se aprecia pero no satura, lo que es de agradecer. Porque ya se sabe que el caviar puede resultar en ocasiones muy invasivo. El buen equilibrio que encuentran aquí las huevas de esturión hacen que este vodka pueda ser, justamente, un buen acompañante para armonizar recetas que lleven caviar de esturión como producto protagónico. O para comer caviar a palo seco. Porque no siempre caviar con caviar es comida de tonto. Aunque si lo sea de millonario, claro.
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