Quienes presagiamos que el cambio de catadores en el equipo del gurú Robert Parker Jr resultaría muy favorable para los vinos del marco de Jerez hemos acertado: en el último informe de Wine Advocate (la publicación fundada por Parker) sobre esta región de España, el espaldarazo es más que evidente. De golpe y porrazo, Jerez, Sanlúcar y Montilla-Moriles se han puesto las botas en lo que se refiere a grandes puntuaciones, por obra y gracia de Luis Gutiérrez, el último fichaje que ha realizado Parker para sus catas en España.
Desde luego, Gutiérrez –gran amante de los generosos del marco jerezano– no se ha quedado corto y ha roto con la indiferencia parkeriana a esta región otorgando 100 puntos a tres vinos andaluces: el Moscatel Viejísimo Toneles de la bodega Valdespino (Jerez), Palo Cortado Reliquia de Barbadillo (Sanlúcar de Barrameda) y Don PX Convento Selección 1946, de la bodega Toro Albalá (Montilla-Moriles).
Los tres son vinos grandísimos y bien merecen el premio gordo, aunque aquí nos centraremos de momento en el primero de ellos: un rarísimo moscatel que la bodega Valdespino ha perpetuado como una reliquia de los antiguos vinos que se elaboraban en Jerez con esta uva, hoy olvidada en esta parte de Andalucía.
Como sucede con las mejores cosas de este mundo, el moscatel Toneles se embotella con cuentagotas, para no agotar las reservas viejísimas que se crían en las naves de Valdespino según el sistema tradicional de soleras y criaderas.
Por tanto, hay que buscar con paciencia (y pagar con buenos morlacos) este elíxir de tono cobrizo, aromas sensuales de pasa, miel y especias y boca golosa e inolvidable.
Desde luego, es un vino que vale mucho más de lo que cuesta.
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