Las etiquetas alimentarias: la importancia de entender lo que comemos

La Fundación Española de Nutrición (FEN), a propuesta de Grupo Gallo, ha llevado a cabo el I Estudio sobre el Uso y la Interpretación del Etiquetado de Alimentos. Este análisis revela datos llamativos sobre los hábitos de consumo en España: 7 de cada 10 españoles no leen las etiquetas de los productos habitualmente, a pesar de que el 90% de la población se preocupa por su alimentación. Esto plantea una cuestión clave: ¿si existe un interés general por la salud y la alimentación, por qué el etiquetado sigue siendo ignorado?

El etiquetado de los productos proporciona información esencial sobre la composición de los alimentos y sus porcentajes, con el objetivo de ayudar a los consumidores a tomar decisiones a la hora de comprar y de seguir una dieta equilibrada. Sin embargo, el estudio confirma que en España esta práctica no está consolidada. A pesar de la preocupación por la alimentación, la falta de claridad en la información y las dificultades para interpretarla siguen siendo barreras importantes.

Algunos datos significativos del estudio

La investigación, basada en una muestra representativa de más de 4.600 personas de entre 18 y 70 años en las 17 Comunidades Autónomas, revela que 8 de cada 10 consumidores consideran que la información en las etiquetas no es clara y que los términos empleados son difíciles de comprender.

Los motivos más frecuentes para no leerlas:

• La percepción de que la información es irrelevante (34%).
• Letra demasiado pequeña (33,3%).
• La falta de tiempo (23,6%).
• La desconfianza en la información (13,3%).
• La complejidad para entender los términos (12,8%).

Estos resultados evidencian una carencia en la educación nutricional y la necesidad de mejorar la comunicación en el etiquetado.

El estudio, refleja que son las mujeres con alto poder adquisitivo y nivel formativo las que más leen las etiquetas. Esto manifiesta que la vulnerabilidad social también influye en los hábitos de consumo, porque, además, el precio, sigue siendo el factor más determinante en la decisión de compra. Un 65,6% de los consumidores prioriza el coste del producto sobre cualquier otro aspecto.

Además de los mayores con bajo poder adquisitivo, los jóvenes y estudiantes tampoco suelen detenerse a leer las etiquetas. Existe una tendencia a no preocuparse por la salud en edades tempranas, pero, según avanza la edad y aparecen problemas de salud, la alimentación cobra una mayor importancia.

Durante la presentación de este estudio en Kitchen Club, el pasado 19 de marzo, Pepe Rodríguez, embajador de Gallo, destacó cómo los cambios sociales están transformando nuestro estilo de vida y alimentación, señalando que los jóvenes cada vez cocinan menos.

Como interpretar las etiquetas

Una parte significativa de la población desconoce cómo interpretar correctamente las etiquetas, de hecho, el 46,7% de los consumidores no sabe que los ingredientes se listan en orden de mayor a menor cantidad. Durante la presentación, se ofrecieron consejos clave para comprender mejor el etiquetado, como recordar que los ingredientes aparecen en orden de predominancia, las cantidades están calculadas en base a 100 g, y es fundamental fijarse en los ingredientes críticos como grasas, proteínas o azúcares.

Rosaura Leis, presidenta de la Fundación Española de Nutrición (FEN), señala que “es crucial tener una mayor educación nutricional y proporcionar información más transparente y accesible para empoderar a los consumidores”. En este sentido, aquellos que producen y comercializan los alimentos también deben asumir la responsabilidad de mejorar, ya que, si el consumidor no conoce bien el producto, no puede tomar decisiones informadas sobre su dieta.

Sobre la FEN y Gallo

La Fundación Española de Nutrición (FEN) -miembro español de The European Nutrition Fundations Network-, fue fundada en 1984 por Gregorio Valera Mosquera y Francisco Grande Coiván, importantes figuras dentro del mundo de la alimentación. La FEN, tiene como objetivo fundamental mejorar la nutrición en España, actuando como un vínculo esencial entre la comunidad científica y la industria alimentaria.

Por su parte, Grupo Gallo, con casi 80 años de historia, ha querido formar parte de este estudio, pues sus productos desempeñan un papel clave en la alimentación de muchos españoles. Comprometidos con la innovación, la calidad y la sostenibilidad, se ha consolidado como el líder del mercado en pasta seca, salsas y harinas, siendo el único fabricante nacional en estos sectores.