La heladería presenta los sabores más creativos del verano


Madrid suma un nuevo motivo para rendirse al placer del helado artesanal. La heladería BIBÌ e BIBÒ, con locales en distintos puntos de la capital, ha arrancado la temporada estival con una propuesta refrescante y diferente Capitaneada ahora por los hermanos Sofía y Carlo Luppi, esta casa nacida en 2018 mantiene el espíritu con el que fue fundada por sus padres, Mar y Stefano: helados italianos de verdad, hechos como se debe, con buena materia prima, mimo y mucha creatividad.

Helados de sabores que soprenden

Los Luppi han creado tres sabores estrella para esta temporada. El primero, de spritz de fresa, es un homenaje al mítico cóctel italiano: un afrutado sorbete que combina fresa con burbujas y cítricos, ideal para quienes buscan un helado como aperitivo.

El cremino torinese, transporta directamente a Turín: capas de chocolate blanco, chocolate con leche y pasta de avellana, todo en textura de helato. Untuoso y elegante, está pensado para los más golosos.

El tercero, piña con brisa de menta, es más ligero y refrescante; fusiona fruta natural y hierba aromática que funciona como antídoto para los días más calurosos.

Spritz de fresa

Una carta más allá del cucurucho

Además de estos tres sabores nuevos, la carta de BIBÌ e BIBÒ mantiene sus populares sabores. Tienen propuestas cítricas como el limoncello, opciones cremosas como el caffè bianco o el tiramisù, afrutados como el yogur con frutos del bosque y otras más atrevidas, como el helado de pera con cardamomo. Están pensados para tomarse solos o como acompañamiento de otros postres.

Sofía y Carlo tienen claro que el helado puede ser también un ingrediente más del plato. “El de caffè bianco marida muy bien con nuestro brownie”, explica Sofía. Carlo tiene debilidad por el de pera: “fresco, perfumado, distinto”.

El universo de BIBÌ e BIBÒ no se limita solo a la tarrina o al cucurucho. Entre sus propuestas más divertidas están los Crì Crì 3 en raya, miniconos de nata con cobertura crujiente de chocolate belga presentados en una base estilo juego de mesa, pensados para compartir.

También sus helados de palo: elaboraciones en forma de corazón, huevo o tarta, con toppings a elegir y sabores como pistacho, limón, fresa o coco. Algunos se pueden personalizar para eventos con logos o mensajes.

Además del helado, sirven otros dulces de origen italiano, como su tiramisù casero o tartascomo la de de manzana en forma de rosa, elaborada con compota de granny smith y limón.

Tradición familiar y técnica italiana

Con una historia familiar detrás y un equipo entregado a la innovación, los helados de BIBÌ e BIBÒ son una parada obligada en Madrid. Sus locales están diseñados por la interiorista Elisabeth Sanuy, pensados para disfrutar sin prisas. Aunque también tienen la opción de pedir para llevar o a domicilio.

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