Guisantes lágrima con grasa de jamón ibérico y patatas nuevas

Existen productores tan osados como para recoger unas patatas que no superan el tamaño de un garbanzo. Son pocos los que alcanzan una cosecha digna de mención de guisantes “lágrima”, únicos en textura y sabor. Granos que apenas alcanzan el tamaño de una lenteja, dejan un recuerdo imborrable.