Es una cuestión de conciencia social. La tercera parte de los alimentos producidos se dilapidan mientras millones de personas mueren de hambre. Por eso se ha iniciado una campaña internacional ciudadana para que la UE obligue a los supermercados a donar la comida sobrante. Su hashtag  #StopFoodWaste


Indecencia, falta de sentido común, inmoralidad, muchas palabras se nos vienen a la mente a la hora de describir el terrible despilfarro diario de sociedad occidental. No es permisible que 800 millones de personas pasen hambre mientras el Primer Mundo dedica recursos naturales y económicos a producir alimentos que, una vez puestos en el mercado, se desechan hasta en una tercera parte sin más contemplaciones.

La situación no es diferente en Europa donde, según Change.org, 80 millones de europeos viven por debajo del umbral de la pobreza mientras los supermercados derrochan a diario toneladas de comida perfectamente apta para el consumo.

Se trata la comida como un recurso renovable porque el consumidor exige una perfecta exhibición de estantes permanentemente abastecidos de productos inmaculados y frescos. Pero está claro que esto tiene que cambiar.

Parece que las cosas están empezando a moverse en este sentido y una iniciativa ciudadana orquestada simultáneamente en diferentes países del Viejo Mundo abrió una petición conjunta para que la Comisión Europea obligue a los supermercados a donar la comida sobrante a entidades sociales y ONG.

La petición que ya circula por las Redes Sociales de toda Europa tiene su precedente en la aprobación de una ley por parte de Francia que exige que los supermercados galos donen toda la comida que no hayan logrado vender. Animados por la decisión de los franceses, la campaña ciudadana pretende instar a la Comisión Europea a incentivar la creación, dentro de sus 28 estados miembros, de normativas que faciliten –como en Francia- que los supermercados entreguen los alimentos sobrantes a una ONG de libre elección.

A sólo tres semanas de iniciada la recogida de firmas, ya se habían recopilado 500.000 (y nada menos que 300.000 provienen de España). Pero, según manifiestan los promotores de la idea, hay que convencer a Jean-Claude Juncker y a todos los jefes de Estado de la Unión Europea a que impulsen un cambio legislativo que favorezcan estas medidas. ¿Cómo? Logrando un millón de firmas.

De momento llevan más de 600.000 (y subiendo), y desde Change.org, la plataforma que está dirigiendo la propuesta, están convencido de que si cientos de miles de ciudadanos europeos lo piden, el gobierno comunitario no puedo ignorarlos.

Esperemos que así sea. Desde Gastroactitud nos sumamos a la iniciativa.

Si quieres seguir la campaña en las Redes Sociales, éste el hashtag #StopFoodWaste. Y ésta la petición Stop al desperdicio de comida en Europa

 

Julia Pérez Lozano

Julia Pérez Lozano

Licenciada en Ciencias de la Información por la UCM. Especialista en gastronomía. Autora de numerosos libros y guías. Trabaja con lo que más le gusta: las palabras y los alimentos.

1 Comment

  1. Mario Martín el 29 julio, 2015 a las 10:21

    Buenos días,
    Me parece una idea justa y que no debe caer en saco roto.
    Si no somos capaces de valorar lo que tenemos y a otros les falta, no podemos quejarnos luego.
    ¡¡ Enhorabuena por la propuesta !!.
    Apoyamos igualmente desde TOP Gourmet Products este tipo de iniciativas.
    Un saludo,
    Mario Martín
    TOP Gourmet Products
    topgourmetproducts.com

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