Fundada en 1978 por un trabajador de la bodega Delgado Zuleta, esta taberna familiar se ha convertido en un local de culto para los amantes de los vinos del marco de Jerez. 


Por increíble que pueda parecer, no es fácil encontrar en el marco de Jerez un establecimiento –restaurante, taberna, tienda, lo mismo da– que cuente con una oferta de vinos a la altura de la tradición jerezana. Existen, desde luego, multitud de garitos de toda calaña donde los vinos generosos se sirven a mansalva, pero casi ninguno cuenta con una selección de vinos amplia y criteriosa. La mayor parte de ellos se limita a servir el vino que demanda la parroquia –siempre según la situación geográfica: en Jerez manda el fino y en Sanlúcar la manzanilla, amén de los amontillados, olorosos, etc., que tienen un consumo más minoritario– y muchas veces señalado por el distribuidor de turno: aquel que hace la mejor oferta o paga las sombrillas de la terraza.

En todo caso, hay que andar mucho en estas tierras gaditanas para dar con un local como la Taberna "der" Guerrita. Se trata de un lugar insólito a todas luces, sito en un modesto barrio de Sanlúcar de Barrameda y consagrado a la cultura de los vinos de Jerez, en cuerpo y alma.

Fundada en 1978 por Manuel Guerra, "el Guerrita" –un trabajador de la vecina bodega Delgado Zuleta–, esta taberna siempre destacó por su selección de vinos, el cuidado en el servicio y la sabrosa cocina casera de su mujer, Mercedes Monge. Amén de la increíble colección de botellitas que a lo largo de los años ha ido reuniendo don Manuel y que se exhibe en el local. Es el propio Manuel, también, quien se ocupa de seleccionar botas especiales (las "botas gordas") de manzanilla en rama, compleja como ninguna, que se sirve en la barra.

Pero lo mejor de todo ha llegado con el relevo generacional. Jubilado don Manuel, hoy es su hijo Armando quien se ocupa de perpetuar la leyenda del Guerrita, y lo hace con una pasión enorme y notable conocimiento en todo lo que respecta al vino, especialmente, claro, los del marco de Jerez.

Así, la vieja Taberna se ha ampliado para incorporar una moderna sala de catas (que programa cursos y degustaciones magistrales de todo tipo de vinos), una tienda –la mejor surtida de Sanlúcar, desde luego– y un pequeño comedor privado donde previa reserva se puede dar rienda suelta al disfrute de los mejores manzanillas, finos, amontillados… siempre acompañados por los platos de doña Mercedes (¡atención a las tagarninas con huevo y el rape al pan frito!).

En síntesis: más que una taberna, un lugar de culto.

Taberna del Guerrita.c/San Salvador esq. Rubiños. Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Tel.: 95 636 48 83

Federico Oldenburg

Federico Oldenburg

Periodista especializado en vinos y destilados, colaborador de numerosos medios internacionales y jurado de los más prestigiosos certámenes vinícolas.

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