Kweichow Moutai

Si tiene un amigo chino y le invita a un banquete, es más que probable que no falte el moutai, el más célebre de los baijiu (aguardientes) que se elaboran en aquellas tierras remotas. Es el elixir que corona las mesas de culinaria china en las grandes celebraciones. Si los anfitriones son pudientes, puede que el festín se riegue con chupitos de el moutai de la marca más apreciada, Kweichow. Cuyo prestigio corresponde, lógicamente, a su excelsa calidad. Y a una cotización que le sitúa a la altura de los mejores destilados del mundo, todo hay que decirlo.
En cualquier caso, si es usted un primerizo, no ha probado antes el moutai y desconoce las costumbres chinas, no intente seguir el ritmo de sus anfitriones, que le incitarán a brindar y beber la copita de baijou de un solo trago en cada ocasión. Porque si lo hace no llegará hasta el final de la fiesta: el bendito aguardiente tiene 53º de volumen alcohólico. Y eso no todo el mundo lo aguanta.

Moutai, bandera espirituosa de China

Más allá de ese contundente detalle, el moutai bien merece el orgullo como bandera espirituosa del gigante asiático. Es una bebida con larga historia y un origen muy preciso: se produce exclusivamente en el pueblo de Moutai, en la provincia de Guizhou, siguiendo un proceso de destilación a partir de la fermentación de sorgo rojo glutinoso y trigo que se cultivan a orillas del río Chishui.
Este celoso proceso, que se prolonga durante cinco años e implica 165 procedimientos, se ha mantenido a lo largo de los siglos, con las innovaciones técnicas que sus productores han ido incorporando acorde al desarrollo de las nuevas tecnologías.

Operarios durante uno de los procesos en la elaboración de Kweichow Moutai, en las instalaciones de la compañía china

Entre los grandes destilados del mundo

Aún cuando organolépticamente el moutai puede sorprender a algunos paladares occidentales mas recatados, su fama en el ámbito de las grandes bebidas espirituosas tiene larga data. Ya en 1915 recogió una medalla de oro en la Exposición Universal de Panamá y diez años después fue reconocido como uno de los tres destilados más relevantes del mundo, junto al whisky escocés y el cognac francés. Nada menos.

El menú de Kweichow Moutai en Zalacaín

El Grupo Iberochina, la empresa importadora que ha apostado por introducir en el mercado español Kweichow Moutai, decidió presentar en sociedad esta prestigiosa marca con una comida en el restaurante Zalacaín de Madrid, en la que el chef Iñigo Urrechu asumió un audaz desafío: componer un menú completo con platos que integraron el aguardiente chino como ingrediente. Una propuesta insólita, especialmente para los chinos, que jamás se hubieran planteado cocinar con un elixir tan cotizado.
Así, entre chupito y chupito de baijiu, pudieron probarse platos con sabores a veces bien integrados, otras menos, entre los que no faltaron algunos clásicos de Zalacaín, que por un día adoptaron un raro acento oriental, como el Ravioli de foie y trufa con salsa de Moutai Prince, o el Búcaro Don Pío y consomé gelée de Moutai. Las Manitas Ibéricas rellenas de cordero, salsa vizcaína a la barbacoa y arroz frito Sky Swan, por su parte, sintonizaron con la esencia china con mayor naturalidad, seguramente porque la casquería es una pasión que comparten ambas culturas.

Manitas Ibéricas rellenas de cordero, salsa vizcaína a la barbacoa y arroz frito Sky Swan, uno de los platos del menú que preparó Iñigo Urrechu en Zalacaín con moutai como ingrediente

En fin, que un aguardiente es también una excusa para un experimento culinario, compartir mesa, brindar con baijiu y aunar lazos entre culturas. ¡Ganbei!