Hete aquí el blanco que desvela el misterio de la misteriosa viticultura nipona, prácticamente desconocida fuera de las fronteras de Japón.
El catedrático de Enología de la Universidad de Burdeos –y propietario de Clos Floriden– Denis Dubourdieu, es un enamorado del Japón. ¡Incluso de sus vinos! Así es como se ha puesto a sacar partido de la exótica variedad koshu, de lejanos orígenes europeos.
En un viñedo cultivado a los pies del monte Fuji, Dubourdieu exprime el carácter a esta uva de piel rosácea que hace muy poco ha revelado hace poco su condición de vitis vinifera; es decir, apta para elaborar vinos de calidad.
Shizen–cuyo nombre remite a la pureza y a lo natural– posee aromas de pomelo, manzana y piel de limón y una boca fresca y ligera. Además de un grado alcohólico más bien ligero: 10º.
En todo caso, una agradable sorpresa para los amantes del exotismo.
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