Bien podría ser denominado el «José Tomás de la cocina». Entiende la faena culinaria como un derroche de arte, genio y valor, en tanto clava los pies en el terreno de la verdad. Es un integrista del producto. Mantiene contacto directo con él. Necesita salir en busca del material para encontrar la idea. Su cocina es forzosamente espontánea. De mercado, atrevida, fresca, natural.

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