La cornisa cantábrica es una reserva de la buena cocina, estos locales son un ejemplo.


Cantabria se alinea con la lista de suculentas excelencias que ofrece a vecinos y visitantes cuanto rodea a la cornisa cantábrica. No falta dónde comer bien y más que bien allí, como acredita esta selección de restaurantes de Cantabria que esquiva el oropel y abarca, eso sí, desde lo más popular, la croqueta y el mantel de papel, al lujo triestrellado.

La parte de nuestro país asomada al mar Cantábrico es una reserva de la buena gastronomía, un territorio donde se acostumbra a comer bien, donde todo se celebra alrededor de una mesa, la tradición juega un papel fundamental, incluso como pilar de la vanguardia, y la calidad del producto es innegociable. En ese sentido, Cantabria, encajada entre Asturias y Euskadi en esa línea costera que se extiende desde Galicia hasta Francia, no es una excepción, y propone al comensal numerosos establecimientos de calidad donde llevarse a la boca lo mismo carne de vaca tudanca que anchoas de Santoña, pescados de frescura insultante y reconfortantes cocidos. La tradición y su evolución están presentes en la comunidad autónoma y en la presente selección de restaurantes.

 

Solana 

La Bien Aparecida, 11. Ampuero. Tel. 942 67 67 18. Cierra lunes. 

Prácticamente frente al Santuario de la Bien Aparecida, patrona de Cantabria, se perfila la silueta de otro templo, en este caso del buen comer. En su día fue establo y tienda del pueblo, y desde 1974 el edificio alberga el restaurante donde hoy los hermanos Nacho e Inma Solana (cuarta generación al frente del negocio) se plantean el reto, él en cocina y ella en sala, de explorar los aromas y sabores de la tradición con un prisma contemporáneo. Las alusiones explícitas a esa herencia y a conceptos como hogar, raíces y entorno se plasman en un menú donde encuentran cabida la croqueta de jamón, el culto a los guisos populares que en el pasado dieron fama regional al establecimiento y su deconstrucción.

La bodega cuenta con más de mil referencias de vino y el comedor gastronómico convive en Solana con una concurrida taberna donde el componente identitario de su propuesta cobra aún más fuerza con una carta sabrosísima donde asoman la tortilla de patata, huevos con chorizo casero, rabas, buñuelos, almejas de la ría en salsa verde, bocartes rebozados, maganos de potera encebollados

 

Ibidem

Barrio Zoña, 1. Arnuero.Tel. 942 63 75 57. Cierra lunes y martes.

Tras dejar de servir menús del día a consecuencia de la penúltima crisis, Rubén Abascal revolucionó la propuesta de su restaurante de gasolinera (Los Brezos) al apostar por una recreación informal de numerosos recursos y tics de la alta cocina que bebía de mil fuentes y buscaba la sorpresa continua. Desde 2020 hace lo mismo en una casa solariega de Castillo Siete Villas, construida entre los siglos XVIII y XIX, cuya decoración ahonda en lo onírico insistiendo en el ánimo de que nadie se vaya indiferente de allí.

En dicho marco de cuento deconstruye el cocido lebaniego, el foie de pato tiene apariencia de naranja, el bollo de mantequilla se rellena de lechazo al horno y el puro se come, no se fuma, como colofón a un vistoso menú degustación trufado de efectismos y trampantojos. El juego, la apariencia y la interacción son una constante en casa de este cocinero cántabro amante del fine dining.

 

Casa Cofiño 

Barrio Caviedes, s/n. Caviedes.Tel. 613 16 95 92. Cierra lunes.

Una población de apenas 200 habitantes encajada en la Sierra del Escudo de Cabuérniga es objeto de peregrinación de cuantos aman la cocina tradicional, ésa que llaman casera. Lo es prácticamente desde que allá por 1963 José Luis Cofiño y Anunciación Pérez abrieron las puertas de un bar de pueblo y tienda de ultramarinos donde aún hoy, gobernado por tres de sus hijos, puedes comprar producto. No obstante, buena parte de quienes traspasan el umbral de Casa Cofiño lo hacen para comer cocido montañés, ese potaje de alubias blancas y berza con su compango (tocino, morcilla, chorizo), además de otros iconos de la gastronomía regional, enormes albóndigas, carnes de vacuno a la brasa y quesos cántabros. Por si fuera poco, la bodega sorprende con más de 700 referencias entre las cuales no faltan añadas viejas de etiquetas clásicas.

El Hostal del Pericote 

Barrio El Puente, 13. Oruña de Piélagos. Tel. 942 18 08 88. Cierra lunes.

César Muriedas ha trasladado su pasión por la carne de Torrelavega, donde creció al mando de El Pericote de Tanos, a Oruña de Piélagos, donde mantiene con mejores instalaciones los principios que le dieron estupenda fama. De hecho, ahora es en una casa con jardín construida allá por 1890 donde exprime las posibilidades del ganado mayor con tartares, carpaccios, embutidos, casquería y, por supuesto, chuletas de diferentes razas, edades, orígenes y maduraciones, principalmente entre 30 y 90 días. Un despliegue de cariño y producto al que ahora suma los clásicos de doña Pilar, la responsable en su momento de Casa Setién (añorado clásico oruñés), entre los cuales se incluyen la ensaladilla rusa, los buñuelos de bacalao, las rabas de calamar y las croquetas.

 

El Tronky asador

Barrio El Muelle, s/n.  Pedreña. Tel. 942 50 00 18. Cierra martes.

Cerca del punto donde amarran las ‘pedreñeras’ que surcan la Bahía de Santander se localiza este asador popular que viste su comedor con manteles y servilletas de papel, e invita a tomar asiento en sillas de madera y bancos corridos. Buenas vistas tiene, por tanto, la terraza del establecimiento puesto en marcha por Pedro Guevara e Isabel Peña en 1993, que cuenta en su exterior con una parrilla de carbón vegetal sobre cuyas brasas se posan carnes, mariscos y pescados salvajes, tanto austeras sardinas como nobles besugos, machotes y lubinas. “No trabajamos piscifactoría”, subraya su carta. Ésta también ofrece navajas morgueras a la plancha, cachón en vinagreta y almejas de Pedreña al ajillo. ¡Qué mejores coordenadas para disfrutarlas!

 

Ronquillo 

C. Menéndez Pelayo, 2. Ramales de la Victoria Tel. 942 64 60 55. Cierra martes.

Los hermanos Cecilia y David Pérez han concebido como proyecto de vida la puesta al día del restaurante que sus padres pusieron en marcha hace más de medio siglo en lo que era una fonda en ese cruce de caminos llamado Ramales de la Victoria. Ella se ocupa de la sala y él, un cocinero que suma a las enseñanzas de su madre la experiencia adquirida en referentes como Nerua Guggenheim Bilbao, El Bohío y Túbal, invita a descubrir a qué sabe Cantabria.

Según su carta, sabe a cecina de tudanca, a bocarte, pollo de corral, albóndiga de vaca, callos, morros y calamares en su tinta, pero también a terrina de faisán, caracoles a la montañesa y paloma torcaz. Y, concretamente, esta temporada brinda una experiencia “arqueogastronómica” con tres menús que reinterpretan con óptica contemporánea la cocina prehistórica, una relectura donde no faltan fuego, tartares, escabeches, ciervos, más guiños a las pinturas rupestres e infusiones.

 

Bodega Cigaleña 

Daoíz y Velarde, 19. Santander. Tel. 942 210 184. Cierra martes y miércoles.

Si echas un vistazo a la carta de la Bodega Cigaleña, leerás que sus platos emblemáticos se basan en la cecina de León, las anchoas del Cantábrico, la morcilla de Cigales, las croquetas y las rabas de calamar. Sin embargo, la carta líquida ofrece el verdadero tesoro de este museo y templo del vino de aspecto clásico y comandado por Andrés Conde, una eminencia en la materia que atesora allí más de mil referencias, prestando atención a vanguardias y tendencias. Desde 1949 se palpa, no obstante, la pasión por el vino en este negocio fundado entonces por Mariano Conde y Moisesa Camazón, quienes abandonaron Cigales (Valladolid) para instalarse en Santander. Andrés representa la tercera generación, él conoce las bondades de cada botella que trepa hasta al techo y tiene claros los otros superventas del lugar: “se venden muy bien tanto pescados salvajes como carnes locales”.

 

La Bombi 

C. Casimiro Sáinz, 15. Santander. Tel. 942 21 30 28. Cierra martes.

La historia de La Bombi se remonta a 1935, cuando abrió sus puertas en el barrio de Puertochico una taberna marinera llamada La Bombilla, pero su fama ha crecido exponencialmente desde 1985, cuando la adquirió Bonifacio Movellán. Ahora son sus hijos Boni y César quienes atienden en sala el día a día de un restaurante especializado en pescados y mariscos que presume de ser todo un referente en la capital cántabra, the place to be.

En su zona de barra puedes entregarte al noble arte del picoteo o incluso disfrutar, si no deseas tomar asiento en ninguno de sus tres comedores, la carta completa del establecimiento, que cuenta entre sus imprescindibles con albóndigas de machote, bocartes rebozados y a la plancha, alcachofas rellenas de centollo  y lubina marinada. El clasicismo bien entendido manda en esta casa, en su recetario, en las formas del personal de servicio y también en la bodega, que alberga dos centenares de referencias de vino.

Restaurantes de Cantabria

 

La Casona del Judío 

C. Repuente, 20.  Santander. Tel. 942 34 27 26. Cierra lunes y martes.

La ubicación en una casona indiana del S.XIX, en el Barrio de Monte, justifica el nombre del restaurante donde Sergio Bastard anuncia una nueva concepción de la cocina de siempre. Una vez ascendida la escalera que conduce al interior de unas instalaciones donde conviven espacios y propuestas (menú degustación en comedor y sótano, eventos y celebraciones en carpa acristalada en el jardín), la experiencia arranca con el propio Sergio preparando en vivo snacks y hablando de la playa de La Maruca y de la hermandad entre Cantabria y Castilla.

El cocinero, nacido en Barcelona, criado en Valladolid y formado en la escuela de Luis Irizar, es un abanderado de la sostenibilidad. En consecuencia, cuenta con huerto de hierbas del litoral, se surte de productores locales que practican una agricultura ecológica y proclama que trabaja con ozono y reutiliza residuos como la salmuera de anchoa o el suero de queso. Puedes leer la crítica completa aquí.

 

Restaurantes de Cantabria

 

La Hermosa de Alba 

C. Tetuán, 34. Santander. Tel. 942 80 91 08. Cierra lunes.

La apertura de La Hermosa de Alba en la popular calle Tetuán supuso un soplo de aire fresco en una ciudad ciertamente conservadora, ligada mayormente a la tradición y al producto marino, como es Santander. Fue en 2017 cuando irrumpió en el panorama local con un nombre peculiar y una propuesta que se adentra en la senda de la fusión sin confusión gracias una carta en continua actualización y repleta de platos concebidos para compartir. Sus responsables anuncian cocina honesta, presumen de que “aquí se guisa” y así, aunque juegan con conceptos orientales y hacen guiños incluso al kebab, gustan las albóndigas y la carrillera de vaca se baña en caldo de cocido montañés y crema de alubias. La clientela alaba su originalidad y sabrosura y el espacio, moderno, relajado y desenfadado, cuenta también con una pequeña zona de barra para seguir de cerca qué se cuece en cocina.

Restaurantes de Cantabria

 

El Serbal 

Av. Manuel García Lago, 1.  Santander. Tel. 942 22 25 15. Cierra lunes.

La historia de El Serbal se remonta a 1999, cuando abrió sus puertas en el barrio de Puertochico, pero desde 2021 el restaurante se localiza sobre la segunda playa del Sardinero, lo cual procura unas vistas envidiables al establecimiento. El recurso a técnicas actuales, producto local, amabilidad, dedicación al cliente y una bodega con 1.200 referencias de 14 países se suman también con el propósito de que el cliente disfrute, coma y beba bien durante las dos o tres horas que permanece en el comedor. En el ánimo confeso de Rafael Prieto, jefe de sala, sumiller y propietario, está abrazar la creatividad sin dar la espalda a los sabores de toda la vida, quizá por eso el bogavante se anuncia en chili crab, la corvina con pesto de pistacho, el arroz con mole almendrado, el guiso de manitas con encurtidos y la paletilla de cordero lechal con teriyaki de tostadillo.

Restaurantes de Cantabria

 

La Tucho 

Corbán, 12. Santander. Tel. 673 75 22 20. Cierra lunes.

La Tucho es un restaurante familiar que abrió sus puertas en 1956, está a las afueras de Santander, en San Román de la Llanilla, y ello no es impedimento para que esté siempre lleno. Ajeno a corrientes mediáticas, no pretende innovar ni sorprender y sus numerosas bondades son vox pópuli para el santanderino, que acude allí lo mismo a tomar un café con tortilla que a ocupar su terraza cuando la meteorología lo permite. Ofrece comida para llevar, se ciñe a la cocina tradicional, popular, y tras un apartado protagonizado por clásicos del picoteo (anchoas de Santoña, ensaladilla rusa, tomate, croquetas…), con mención especial para sus rabas de magano, asoman los pescados que aquí se arriman a la mesa fritos, rebozados, cocidos, al horno, a la plancha, a la menier y en salsa verde.

Restaurantes de Cantabria

 

Pan de Cuco 

Barrio Calabazas, 17. Suesa. Tel. 942 50 40 28. Cierra lunes y martes.

Este bar restaurante que toma su nombre de una planta (Oxalis pusilla) fue finalista del III Concurso Nacional de Ensaladilla Rusa, en el marco del congreso San Sebastián Gastronomika, con una versión colorista que rinde homenaje a la que preparan en La Bodega del Riojano. No en vano, Álex Ortiz fue jefe de cocina de ese clásico santanderino antes de emprender en 2018 y ponerse al frente de este bar de carretera donde se aplica a la hora de refinar la tradición gastronómica cántabra sin ínfulas ni afectación. Curtido en referentes del fine dining apegado a su tierra, como son Casa Marcial, Ricard Camarena y Cenador de Amós, el gran reclamo del lugar es un manjaroso arroz con pollo picasuelos, borda las croquetas, nunca falta un plato de cuchara y a todos gusta su flan de huevo. Cocina de mercado con buen criterio, vaya. Puedes leer la crítica completa aquí.

 

Las Piscinas 

Barrio La Pesquera, 26. Villacarriedo. Tel. 942 59 02 14. Cierra miércoles.

La apuesta por la sencillez y el buen hacer ha convertido al restaurante de Idelfonso Fernández y María Jesús López en un puntal gastronómico de los Valles Pasiegos. Las dotes de anfitrión del empático Fonso se complementan a la perfección con la cocina de Chus, logrando que siempre apetezca dejarse caer por este establecimiento que lleva más de tres décadas siendo ejemplo de buena relación calidad precio.

Concretamente, la aventura de esta pareja emprendedora arrancó en 1991 y su éxito se basa en sugerencias como los huevos con foie fresco, albóndigas y callos de wagyu, algún guiso tradicional, solomillo y chuletas de vaca pinta (“con patatas fritas hechas en casa, cortadas a mano”), merluza fresca en tempura y, cómo no, omnipresente tarta de queso casera. Efectivamente, el apartado de carne es punto fuerte del lugar y se amplía con tentaciones como el lechazo, el cabrito y el cochinillo al horno. .

 

Cenador De Amós 

Plaza del Sol, s/n.  Villaverde de Pontones. Tel. 942 50 82 43. Cierra lunes y martes.

No podía faltar en la presente selección Cenador de Amós, el restaurante más laureado de Cantabria, el único iluminado en la provincia por tres estrellas Michelin. Cuatro, si contamos también la estrella verde que desde 2021 premia su compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental. Lo gobierna Jesús Sánchez, cuya propuesta gastronómica confronta tradición y contemporaneidad, pone la técnica al servicio del doble anhelo de memoria y vanguardia.

Su nombre evoca la figura de Amós, abuelo del chef y cocinero de migas y sopas de pimiento, aunque se le rinda tributo con una deconstrucción de la tortilla de patata, guisante lágrima sumergido en salsa verde de algas o brochetas de sarda ahumada, caviar y alcachofa encurtida. Inaugurado en 1993, el negocio ocupa hoy una casa palaciega del S.XVIII, cuenta con medio centenar de referencias de vino, una profusa tienda online y buena parte de su éxito y reconocimiento radica, evidentemente, en la labor de una sala dirigida por Marián Martínez.

 

Igor Cubillo

Igor Cubillo

Periodista y gastrósofo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Bilbaino con diptongo. Firma habitual en publicaciones profesionales, tanto de música como de gastronomía, desde que era adolescente (y ya ha llovido desde aquello). Así mismo, es el creador y director de Suite, Encuentro en la Sala de Bizkaia, un foro de gastronomía sin cocineros.

4 Comments

  1. Julia Pérez Lozano el 7 mayo, 2025 a las 11:35

    Estimado Raúl, agradecemos mucho su comentario, pero el listado nos pareció bastante plural, hay un poco de todo y para todos los gustos. Es imposible trasladar la realidad de una Comunidad Autónoma en un listado de 15 lugares: cada uno haría una lista diferente.
    Pero las acusaciones que usted vierte sobre el señor Cubillo son muy serias y no deberían hacerse sin aportar pruebas. Siempre creen que a los periodistas nos guía el amiguismo y casi siempre se equivocan. Si hay datos equivocados, le agradezco que nos lo indique para corregirlos. En cuanto a lo demás, en esta web respetamos la libertad de opinión de nuestros colaboradores salvo que ofrezcan noticias falsas. Si ha detectado alguna falsedad en el escrito, le agradezco que nos lo comunique para poder verificarlo. Muchas gracias por leer GastroActitud. Un cordial saludo.

  2. Raúl Miguélez el 7 mayo, 2025 a las 11:17

    Como se nota la falta de conocimiento de la realidad de la gastronomía de Cantabria, cayendo en tópicos y manifestando una falta de criterio asombroso, quizá fruto del amiguismo y de otras prebendas. No todos los que están deberían estar y no todos los que se han omitido que deberían estar los conoce el periodista. Es lo que tienen las visitas esporádicas para escribir al dictado de una guía tan desacreditada como Repsol. Señor Cubillo, con todo el respeto, hay que afinar el paladar y tener más precisión en algunos datos. No es bueno escribir de oído. Señor Capel y señora Pérez, por favor controlen a sus colaboradores para que no les desprestigien esta web a la que muchos tenemos respeto y consideración. Un cordial saludo.

    • Javier Gutiérrez cossio el 8 mayo, 2025 a las 16:19

      Siento no estar para nada de acuerdo con don Raúl Míguele yo estoy totalmente de acuerdo con la lista del señor Igor cubillo y creo que es un gran profesional

    • Rodrigo el 9 mayo, 2025 a las 16:58

      ¡A pastar!

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