Ángel Velasco, el rey del turrón
Torrons Vicens, imparable en crecimiento y creatividad
En el año 2000 el pastelero Ángel Velasco, ya desaparecido, compraba Torrons Vicens, firma turronera en situación de quiebra fundada en 1775 en Agramunt (Lérida). Un cuarto de siglo después, bajo la batuta de Ángel Velasco hijo, la empresa familiar, tras una efervescente expansión comercial continúa consolidando su posición como líder del sector. Hasta tal punto que sus cifras de ventas han superado los 100 millones de euros en 2025 en un exitoso proceso de recuperación y crecimiento acelerado.
Turrones creativos pensados por grandes cocineros
Su secreto se articula en una conjunción de factores: inteligencia, intuición y conocimiento del mercado. Al efecto multiplicador de sus tiendas repartidas por lugares estratégicos de grandes ciudades y aeropuertos, se suma su política de internacionalización y desestacionalización, la diversificación de sabores y su política de innovación. Una firma que se ha vinculado –algo insólito hasta ahora en el sector– a algunos de los mejores cocineros y pasteleros españoles: Albert Adrià, Jordi Roca, Ángel León, Quique Dacosta, José Andrés y Marc Ribas. Un brillante modelo de gestión.
De su mano los turrones han dejado de ser un dulce vinculado a la Navidad. Sus tiendas permanecen abiertas durante todo el año mostrando a turistas y viajeros la cara más atractiva de un dulce tradicional español. Su artífice, Ángel Velasco, es un hombre afable, tranquilo y risueño, que hace posible lo que parece inverosímil, gestionar una firma de envergadura y disponer de tiempo para compartir almuerzos y dialogar con sus amigos y profesionales.

Algunos formatos tradicionales de Torrons Vicens
Ángel, ¿te sientes orgulloso de la pujante trayectoria de Torrons Vicens?
Nada habría sido posible sin la figura de mi padre, un auténtico visionario, el hombre que le dio una segunda vida al turrón cuando era estacional y tendía a desaparecer. Yo soy diferente, conozco bien la categoría del producto porque ejercí de segundo a su lado. Me siento satisfecho del recorrido de nuestra empresa familiar, tradicional e innovadora al mismo tiempo. Elaboramos el turrón como toda la vida, pero hemos incorporado fórmulas de gestión y marketing modernas que nos han hecho diferentes. Dos detalles siguen marcando nuestra evolución, nuestras tiendas, que tenemos repartidas por ciudades y grandes aeropuertos de varios países, y el hecho de contar con grandes cocineros en nuestro equipo creativo.
¿Qué condiciones se requieren para lanzar una marca hacia el éxito?
Es preciso conocer el sector, entrever las tendencias del mercado, ser serios y tenaces, asumir riesgos y sentir respeto por la tradición. En nuestra empresa, de herencia artesanal, nunca hemos tenido miedo a la innovación. Esas dos herramientas nos han ayudado a crecer.
Sois una marca que crea tendencia. ¿Hacia dónde apunta vuestra evolución en los próximos años?
Después de desestacionalizar el consumo intentamos darlo a conocer en todo el mundo. Nos aprovechamos de algo tan valioso como los millones de turistas que recibe España cada año para los que el turrón es un souvenir gastronómico. Nuestra política de futuro pasa por interpretar los gustos de otros países. Lo hacemos con éxito en Estados Unidos adaptándonos a los sabores, formatos y gramajes de aquel país.
¿Os queda algo por innovar?
La innovación no tiene fronteras, ni limitaciones, siempre es posible innovar. Observamos atentos las tendencias, diseñamos etiquetas cada vez más limpias, analizamos los productos que más gustan a la gente, e incorporamos sabores nuevos, bajos en azúcares. Siempre con un enorme respeto por la tradición.

1.- Turrón Panettone. 2.- Turrón Leche Merengada. 3.- Turrón Casa Cacao. 4.- Turrón Roscos de Vino
¿Cuál es el motor que os lleva a conseguir turrones tan singulares?
Nuestro equipo creativo lo encabeza David Gil profesional súper creativo, uno de los mejores pasteleros de España que se identifica con nuestro ADN y el de nuestros chefs. Aparte contamos con el apoyo de gente tan valiosa como Albert Adrià, Jordi Roca, Quique Dacosta y Ángel León que no dejan de lanzarnos ideas. La suma de todos ellos y de sus equipos, junto con nuestro departamento de I+D, nos permite lograr turrones singulares. No te olvides de que la innovación de hoy será la tradición del mañana. Ahí tienes el turrón de avellana tradicional de Agramunt, super innovador en su época.

Turrón de avellana
Una de las novedades de este año es el turrón de Nocilla, ¿Cómo lo ha acogido el público?
Ha sido acogido muy bien. Jugamos con el factor emocional, con los recuerdos de tanta gente que durante años consumió Nocilla. Aparte de que es muy bueno, el turrón de Nocilla lleva a momentos y sentimientos que cada uno guarda en su memoria.

Turrón de Nocilla
No es la primera vez que Torrons Vicens hace cobranding, ¿funciona la fórmula?
Siempre nos ha funcionado. Es una estrategia de marketing que en alianza con otra marca amplía nuestra penetración en el mercado. Lo hicimos hace tiempo con el turrón de gintonic con sabor a ginebra Gin Mare; luego con el turrón de Baileys Irish Cream, y más tarde con el de Chupa Chups. Con el turrón de Nocilla de este año llegamos a públicos que quizá no hubiésemos alcanzado con Vicens. No solo lo hacemos nosotros, también nuestros competidores. Es maravilloso que entre todos ensanchemos la categoría gastronómica del turrón
¿Quieres decir que con el turrón de Nocilla, por un lado, y con la línea Sinergia por otro, ampliáis vuestro volumen de clientes?
En efecto, con el de Nocilla llegamos a un público más generalista y con la línea Sinergia acercamos la alta cocina a nuestros consumidores, algo que eleva la marca a la excelencia. Ese es nuestro doble objetivo, sorprender y emocionar as públicos distintos.
¿Cómo afrontas la experiencia de trabajar con verdaderos maestros de la alta cocina española, Albert Adrià, Quique Dacosta y Ángel León entre otros?
Hace tiempo que empezamos a colaborar con Albert Adrià. Eso nos permitió trasladar la alta cocina al mundo del turrón y ser más disruptivos a la hora de innovar. Adrià quiere elaborar turrones que los disfrute todo el mundo. Es maravilloso trabajar ahora con cocineros que nos hacen ser más grandes y exigentes. Es emocionante que profesionales con restaurantes con capacidad para 30-40 comensales puedan ofrecer un producto suyo al gran público en una fecha tan especial como la Navidad. Ellos se sientes felices y nosotros también.
