
¿Cómo miramos la comida?
Las fotografías gastronómicas pueden ser un ejercicio de reflexión… o no.
En la era de Instagram, la comida nos entra por los ojos. Un aluvión de imágenes nos golpea cada día el cerebro. Fotografías que invitan a comer. Platos sofisticados que son un anhelo de perfección o bocados churretosos que incitan a un disfrute sensual, casi animal. ¿Pero cómo miramos la comida? ¿Ha cambiado nuestra forma de acercarnos a lo que comemos? ¿Sigue teniendo vigencia la fotografía gastronómica, la verdadera, la que es obra de profesionales?
Cuando las fotografías son testimonio
Esta imagen en la que la comida apenas se ve es, sin embargo, la expresión más auténtica de lo que verdaderamente es comer: comunión y felicidad. La expresión de las caras de estas cuatro ancianas chinas comiendo es la forma en que deberíamos mirar la comida. Algo necesario, que sin importar su condición nos permite estar juntos y contentos: un día más que tenemos algo para comer. La sociedad occidental en la era de la sobreabundancia ya no piensa en que comer cada día es un motivo de júbilo. Durante miles de años, para nuestros antepasados, alimentarse era su única preocupación. Siempre lo hacían juntos, como estas mujeres comen sus rollitos instaladas en la alegría de estar juntas, vivas.
Esta captura de un momento cotidiano y emotivo ha recibido el premio más importante que hay en el mundo de fotografía gastronómica: los World Food Photography Awards, patrocinados por Bimi®. Es obra de la de la fotógrafa china Xiaoling Li. Sin quererlo -o tal vez sí- nos lleva directamente a la reflexión. Es tan distinta de lo que vemos cada día en IG que llama la atención.
Fue tomada en el antiguo pueblo de Shuangliu, en la provincia de china de Sichuan.. “Las mujeres mayores de la imagen están formando una ‘Puerta del Dragón’, una expresión que en China describe a vecinas reunidas para charlar, compartir historias y disfrutar juntas de la comida”, ha explicado Xiaoling Li. “Están comiendo rollitos de primavera, un aperitivo tradicional de Sichuan. La comida las hace felices; se las ve disfrutar de la vida”.
La mirada española
En total 10.000 participantes de 70 países se han presentado a este prestigioso certamen cuya gala se celebró en Londres el 20 de mayo. Tres fotografías españolas han quedado finalistas en diferentes categorías. La fotógrafa Eva Maté ha sido galardonada en la categoría Estudiante de Fotografía Gastronómica del Año, patrocinada por la Royal Photographic Society, por su alegre fotografía de fresas salpicando al caer en el agua. Sarai Fernández Barreiro ha sido, asimismo, Mención Honorífica en esta misma categoría, con una fotografía donde una cafetera italiana parece cobrar vida.
Juan Miguel Ortuño ha obtenido el tercer puesto de la categoría Errazuriz Fotógrafo del Vino del Año con una poética imagen de un trabajador del vino recolectando uvas al anochecer en el sur de España. La fotografía refleja una práctica común en la región, donde las altas temperaturas hacen preferible cosechar durante la noche para preservar la calidad de las uvas.
Las 185 fotografías finalistas se podrán disfrutar se expondrá el 2 de junio en Fortnum & Manson y del 3 al 7 de junio en el Museum of the Home. Para ver la galería con todos los finalistas de 2025, visita www.worldfoodphotographyawards.com. Las inscripciones para la edición 2026 del concurso se abrirán en septiembre de este año.