
5 postres de Carnaval que tal vez no conozcas
El carnaval, como todas las fiestas, tiene sus propios dulces, estos son algunos de los más típicos
No es casualidad que, en esta época del año, los obradores y pastelerías se llenen de kilos y kilos de miel, azúcar y especias, pues los postres de Carnaval tienen una larga historia con muchos puntos en común en todas las provincias españolas.
La gastronomía del Carnaval está marcada por el exceso, como la propia fiesta. Azúcar y grasa no faltan en esta recetas, ya llegará la Cuaresma, con sus sacrificios y abstinencias, que nos obligarán privarnos de carnes, lácteos y grasas animales. El Carnaval es sinónimo de opulencia y desenfreno, de postres irresistibles que invitan a disfrutar sin restricciones.
Del 27 de febrero al 5 de marzo, semana de Carnaval, será el momento de dar buena cuenta de todo cuanto aquí reseñamos, pero también podemos anticiparnos y comenzar ya, antes de ponernos el antifaz, con los festejos culinarios. La mayoría son recetas sencillas, que ya aparecen en los recetarios más antiguos, y que ahora se conservan enraizadas en la tradición de ciertas ciudades. La mayoría pertenecen a la categoría de “dulces de sartén”, es decir, se cocinan mediante fritura en lugar de horneado.
1.- Sopas de miel de la Isla de La Palma
Las sopas de miel son un reconocido postre de La Palma típico de Carnaval. Goloso y aromático son los adjetivos que mejor describen este dulce festín que todos los años inunda de olores a caramelo, especias y frutos secos las calles de la isla bonita. El concepto es muy sencillo para un sabor tan particular: rebanadas de pan duro remojadas en un almíbar de miel de caña aromatizado con almendras tostadas, anís, canela y ralladura de limón.
Se dice que el origen de este postre, como muchas otras recetas de la gastronomía española, es fundamentalmente de aprovechamiento. Alrededor del siglo XVI se establecieron las plantaciones de caña en la isla de La Palma. La producción de miel de caña dejaba un ligero exceso, llamados “espumarajes”, que fue preciosamente atesorado por los trabajadores del sector, que la utilizaban para mojar en ella el pan duro. El fin de la producción anual coincidía justamente con la época carnavalera. Con el tiempo la receta evolucionó gracias a la integración de ingredientes aromáticos y almendras, uno de los frutos secos más abundantes de la isla. Actualmente las sopas de miel se siguen consumiendo durante esta época en La Palma principalmente, aunque sus aromas han llegado y conquistado las demás islas.

Sopas de miel
2.- Pestiños de Cádiz
Los pestiños andaluces son postres polivalentes en cuanto a fechas especiales. No solo los encontramos durante los carnavales, también en Semana Santa e incluso en Navidad.
Al igual que las sopas de miel, este dulce resalta por sus aromas, dulces, acaramelados y afrutados. Pero no acaba ahí. Incluso la presentación del pestiño es maravillosa, pues al doblar las puntas de la masa se consigue un pañuelito de lo más adorable.Para elaborar la masa, se mezcla harina, agua, aceite e ingredientes aromatizantes como el anís y el sésamo. Después de freír la masa se bañan en miel, almíbar o azúcar. En algunas zonas a la masa se le añade vino blanco, realzando el sabor afrutado.
La historia cuenta que el nacimiento de los pestiños se debe a la interacción cultural entre los judíos, cristianos y musulmanes que poblaron y desarrollaron sus tradiciones en la cuenca mediterránea. Sin embargo, en la literatura podemos encontrar diversas recetas que se asemejan profundamente al pestiño. Por ejemplo la frictilia, que era consumida por los romanos en las fiestas en honor a Saturno. También las fijuelas, de origen judío-sefardí, que han perdurado hasta nuestros tiempos en algunos pueblos de Castilla y Aragón bajo el nombre “hojuelas manchegas”.
Este postre del Carnaval goza de sus propios eventos como las pestiñadas. De carácter multitudinario en Cádiz se reparten miles de pestiños en la víspera de los carnavales.

Pestiñada de Cádiz
3.- Tortillas de Carnaval de Teror
En Gran Canaria, encontramos otro postre carnavalero. Se trata de las tortillas de carnaval. Su elaboración es sencilla y de pocos ingredientes: huevos, harina, azúcar, leche, ralladura de limón y licor de anís. De esta forma se consigue una masa que se fríe y se acompaña con miel, azúcar, azúcar glass o canela.
El origen de este postre resulta muy curioso. En Canarias es típico que los adultos en Carnaval se disfracen del género opuesto. De este modo, antiguamente, los hombres y mujeres de los barrios visitaban las casas disfrazados y acompañados de una serenata. Como agradecimiento los visitados les obsequiaban con las tortillas. Hoy en día se sigue potenciando esta tradición, especialmente en el pueblo de Teror, gracias a asociaciones y voluntarios, quienes se reúnen y producen cientos de tortillas con productos donados por los lugareños para venderlos en mercadillos. Los fondo recaudados se destinan a Cáritas de Teror para ayudar a parroquias y centros benéficos de la isla.

Tortillas de Carnaval
4.- Rosquillas de Carnaval de Galicia
En la península se preparan las famosas rosquillas de Carnaval. Aunque se consumen en gran parte de España, su elaboración durante la época carnavalera se estila específicamente en Galicia. Se prepara mezclando harina, huevos, leche, mantequilla, anís, azúcar y levadura, formando una masa a la que se le da forma y se fríe. Al final se espolvorean con azúcar glass. Ingredientes y elaboración similares a los otros dulces.
Las rosquillas de Carnaval tienen sus orígenes en la repostería de la Antigua Roma y la influencia árabe en la Península Ibérica. Se cree que los romanos ya elaboraban masas fritas con miel y especias, un antecedente de los actuales buñuelos y rosquillas. Posteriormente, la llegada de los árabes aportó nuevos ingredientes, como el anís, y perfeccionó las técnicas de fritura, dando forma a la versión que hoy conocemos.
Durante la Edad Media y el Renacimiento, la costumbre de preparar dulces fritos en Carnaval se afianzó en España. Estas elaboraciones permitían aprovechar los ingredientes antes del periodo de abstinencia de la Cuaresma. Con el paso del tiempo, las rosquillas de Carnaval se consolidaron como un clásico en distintas regiones del país, cada una con su propia adaptación de la receta. Este postre también llegó a América Latina, donde se estila consumirlas con queso, yuca o miel.

Rosquillas de Carnaval
5.- Sopaipas cordobesas
Por último, debemos hacer mención a las sopaipas cordobesas, un dulce tradicional que también tiene su origen en la cocina andalusí o lo que es lo mismo en la tradición semita (árabe y judía). Las masas fritas eran un denominador común de los postres durante la época de Al-Ándalus. Las sopaipas se mantuvieron en el tiempo principalmente en la provincia de Córdoba. Se elaboran con agua, harina, levadura, aceite y sal. Su presentación final incluye azúcar o miel, y aunque sean un postre típico del Carnaval, en las casas se elaboran incluso para el desayuno.
Al igual que las rosquillas de Carnaval, las sopaipas llegaron a América donde actualmente se les conoce como sopaipillas chilenas y argentinas.

Sopaipas cordobesas
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