El cocinero más internacional de Argentina, Germán Martitegui, traslada Tegui, su restaurante, a SuperUco, la prestigiosa bodega de la familia MIchelini. Una alianza sólida entre el vino y la comida. Un nuevo desafío del que habla María de Michelis.


A Germán, propietario de Tegui, no le asustan los desafíos, todo lo contrario. «Hay una alegoría del carruaje: un caballo que tiene la pasión y es el que tira para adelante. Luego está el conductor que lleva las riendas y marca el camino de ese carruaje, que es el restaurante. La mayoría del tiempo tengo que ser el conductor. Pero hay veces que me gustaría ser el caballo, aquel que empezó hace nueve años con Tegui. Hacer algo que me produzca adrenalina y un mayor riesgo. También algo que me acerque a gente que admiro y con quien comparto maneras de crear» ha declarado el cocinero argentino al portal gastronómico SoloPorGusto.

Un viaje en busca del vino

En este caso se trata de la familia Michelini. La movida suena a proyecto titánico: la meta es que el staff de Tegui cambie su escenario cotidiano por un espacio a construir de cero. Allí ofrecerán todos los días una propuesta de 8 pasos basada en productos locales y acompañada por vinos de la bodega biodinámica de los Michelini.

Tegui en SuperUco propone una alianza perfecta entre comida y vinos, en un entorno de viñedos de cara a la cordillera de los Andes. La cita es al atardecer, la hora mágica en la que la caída del sol pinta de colores la montaña.

 

Los cuatro hermanos –nacidos en el Valle de Uco– trabajaron para grandes bodegas. Hace 10 años encararon su propia iniciativa apuntando a elaborar vinos menos golosos y concentrados y mucho más gastronómicos. Tintos y blancos con buena acidez y frescura, pensados para comer. Justamente el estilo que le gusta a Martitegui. Hasta hace un tiempo Germán no tomaba vino y ahora confiesa que cuando empezó a probar elegía muy seguido los de Michelini, que tienen 4 bodegas pero es en SuperUco donde coinciden  en un proyecto conjunto.

Una propuesta para gourmets

Ahora, además de tomarlos, Martitegui los ofrecerá –junto con algunas otras joyitas de pequeños productores de la zona– en el marco de una experiencia que comenzará a las cinco de la tarde. Hora clave en la que los comensales podrán disfrutar entre los viñedos de la comida y la bebida al atardecer, cuando la cordillera se tiñe de colores. Vamos a hacer un menú con productos del lugar, y que al mismo tiempo respete ese cambio de luz y de energía que aparece cuando se pone el sol tras Los Andes, dice Germán. Un programón en plena vendimia.

La propuesta forma parte del programa gastronómico del ICBC Exclusive Gourmet.
Reservas en www.tegui.com.ar

María de Michelis

María de Michelis

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