La vuelta a la rutina no lo va a ser tanto, al menos este mes de septiembre tendremos restaurantes nuevos en Madrid para disfrutar. Estos que reseñamos hoy han estado haciendo el rodaje este verano -algunos un poco más- son solo un anticipo de lo que será el otoño porque el ansia de novedades no cesa y el mercado parece soportarlo todo.
Gaztambide, 65. Precio desde: 22o euros. Abre para comidas y cenas.
A Rubén Mosquero, natural de Badajoz, le seguimos la pista desde hace tiempo. Talento español emigrado (Noma, Atomix) que ha decidido volver a España y emprender su propio negocio. Un restaurante de cocina creativa que bebe de las fuentes de la Nueva Cocina Nórdica y su filosofía, en el que va a desarrollar todo lo que ha aprendido y atesorado durante todos estos años que ha estado recorriendo mundo. Cocina muy técnica en la que los fermentados tienen un papel importante debido a la poderosa influencia japonesa, coreana y danesa. En la aventura se ha rodeado de más talento como el reconocido el sumiller Miguel Ángel Millán (ex DiverXo). El modelo: una barra para 12 comensales y un único menú degustación de unos 14 pases que se tarifa a 175 euros. Solo se reserva por email (No hay teléfono) y las reservas se abren el día uno de cada mes, para el mes siguiente. Todo está muy bien explicado en la web.
Velázquez, 24. Tel.: 603961293. Precio desde: 300 euros. Abre miércoles, jueves, viernes y sábados en horario de cena.
Oculto bajo el nuevo restaurante Freixa Tradición, como si fuera un speak easy este espacio dedicado a la alta gastronomía lo forman una barra para 8 comensales y una cocina vista. Solo se sirve un único menú (230 euros) que puede ser ommívoro o vegano. Decorado por la interiorista Alejandra Pombo, es un espacio sobrio que invita a centrarse en la degustación de los platos ideados por Ramón Freixa junto con su equipo de i+d. Un derroche de imaginación servido con exquisito cuidado de los detalles. Nada que ver con lo que sucede en la parte superior donde se impone la tradición, la crítica completa aquí. El Atelier, es una pasarela en la que el cocinero catalán, afincado en Madrid desde hace años, hace alarde de su sensibilidad y su particular estilo culinario.
Espartinas, 6. Tel.: 638 92 66 76. Precio desde 40 euros. Cierra domingo y lunes.
Otro de los restaurantes nuevos de Madrid que va a dar mucho jugo este otoño. En la gastronómica calle Espartinas (donde antes estuvo Taberna Verdejo) ha surgido esta taberna con querencia a la buena cocina. Al frente de los fogones está el joven cocinero David Blazquez, que con tan solo 24 años se ha curtido ya en Lera y Umiko. Producto de temporada, recetas sencillas pero resultonas con fondo madrileño y algunos chispazos de otras latitudes. Un local informal con ambiente agradable donde es muy fácil sentirse a gusto. el ajo blanco con quisquillas y encurtidos y la molleja de vaca se situan entre los imprescinidbles. Buena selección de vinos, también por copas.
Calle de Zurbano, 31. Tel.: 602 058 758. Precio desde: 80 euros. Cierra domingo y lunes.
Lucas Bustos, cocinero, y Agustina Vela, jefa de sala, han elegido el que local que ocupó Sergi Arola para iniciar su aventura madrileña (tienen otro local en Uruguay). La decoración nueva favorece mucho más que la original a este espacio de Chamberí. El fuego es el centro de una cocina en la que todo pasa por las llamas, con o sin cazuela. Pero esto no es un asador. El salón tiene capacidad para 80 personas, pero en la cocina hay una mesa del chef, solo para 12 que seguro será lo más codiciado. Todo aquí tiene un aire diferentes, la vajilla (que se mezcla con desparpajo en las mesas), el ambiente y, lo más importante, la propuesta gastronómica. La carta se hace cada día con lo que llega del mercado y según el humor del cocinero: chipirones a la brasa con tomates salteados, ojo de bife, lubina al hierro… El vino es la otra pata esencial de Gurisa, que en Uruguay y Argentina significa algo así como «chavala».
Av. de José Antonio Corrales, 11. Tel.: 910 19 41 42. Precio desde: 80 euros. Cierra los lunes.
Cortes seleccionados de carnes maduradas cuidadosamente, esa es la esencia del Rocacho, así de simple y de complicado. Platos de la cocina tradicional como la ensaladilla, los torreznos, las bravas o las anchoas, conviven con wonton y gyozas, en una carta larguísima capaz de gustar a todos. Desde un bikini a una paella todo es posible aquí, pero lo mejor es que casi todo está muy bien. Cuentan con una selección de carnes de El Capricho que marca la diferencia con otros establecimientos en los que se ofrece carne a la parrilla.
Viriato, 17. Precio desde 2o euros. Cierra domingo y lunes.
Aunque lleva ya abierto un tiempo, su fama se ha ido consolidando poco a poco y ahora ya es un clamor: sus sandwich de pastrami es el mejor de Madrid y sus hamburguesas están el top. La carta, con apenas ocho especialidades (sandwich, burger, pollo frito y ensaladas) es una de las más cortas y apetecibles que hemos visto últimamente. Comida rápida, que no cocina rápida, elaborada con productos de calidad y excelente técnica (también para esto hay que saber, no solo para hacer sferificaicones). Casi todo lo que sirven es casero, menos el pan que es de Panes con alma. Nicolas Bejaraón y Magdalena Iribarren saben lo que se hacen y han dado con la tecla del éxito.
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