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Grandes, pequeñas, verdes, amarillas, anaranjadas, redondas, alargadas… Su carne dulce y sabrosa da mucho juego en la cocina, su dura cáscara se convierte en un original recipiente para sopas, guisos o soufles.

Ingredientes

  • 4 calabazas pequeñas ( o en su defecto 1 grande)
  • 2 pomelos
  • 2 cebolletas
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 200 g de yogurt griego natural
  • 2 cucharaditas de zumo de limón
  • 1 manojo de cebollino fresco
  • Sal
  • Pimienta

Preparación

  1. Lavar las calabazas y cocerlas al vapor (o en agua hirviendo si son grandes) unos 10 minutos. Hacer una incisión circular con un cuchillo, levantar la parte superior como si fuera una tapa, retirar con cuidado las semillas del interior y sacar parte de la pulpa sin romper las cáscara. Cortar la pulpa en dados y reservar.
  2. Mezclar el yogurt con una cucharada de zumo de limón y el cebollino picado. Salpimentar, remover bien y reservar.
  3. En una sartén con aceite de oliva dorar la cebolleta picada y los pomelos cortados a lo vivo y partidos en cubos. Agregar los dados de calabaza. Aliñar con una cucharada de zumo de limón, cubrir ligeramente con agua y dejar cocer lentamente unos 5 minutos. Enfriar y mezclar con la salsa de yogurt.
  4. Rellenar las calabazas con esta preparación y servirlo como entrada.

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