Esta receta se podría hacer con las tres frutas por separado, aunque con esta combinación se coge una textura distinta, ya que el paraguayo y la nectarina tienen mucha agua, pero el melocotón, al ser de viña, es más terso y fuerte. Recuerda que para tener una mejor consistencia, es muy importante mezclar fruta madura y verde. También puedes añadir especias como canela, clavo, anís estrellado…
Limpia el melocotón con un cepillo fuerte debajo del grifo, quita el vello. Pela el paraguayo y la nectarina.
Corta en trocitos o mitades (si reservas los huesos y las pieles, puedes hacer una jalea para acompañar tus postres).
Una vez cortados, ponlos en un cuenco y pésalos.
Añade 300 g de azúcar y el zumo de 1 limón para evitar que se oxide. Deja macerar 60 minutos para obtener el zumo de la fruta que servirá para cocinarlos.
Cuece en una cazuela tapada a fuego bajo durante 15 minutos.
Pasado ese tiempo, destapa y sube el fuego para que se evapore el líquido. Remueve con una espátula unos 10 minutos.
Una vez evaporado el líquido, añade los 600 g de azúcar restantes y el zumo de 1 limón. Remueve para que no se pegue durante unos 20 minutos.
Envasa en tarros rápidamente.
Tapa para esterilizar en una olla con agua durante 35 minutos a 90 °C.
Combina con: langostinos a la plancha o hervidos.
Una receta del libro Mermeladas y Confituras: Un nuevo mundo gastronómico de María Regás y Teresa Millàs. Editorial Planeta
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