Begoña Rodrigo desarrolla en La Salita una cocina personal, de marcado sentido estético que combina lo local y lo global. Un juego de contrarios reflejo de su forma de entender la vida y la cocina.
El restaurante de Javier Estévez abre un nuevo horizonte para la cocina con productos de casquería. En un ambiente informal logra dar carácter contemporáneo y cosmopolita a recetas con vísceras y despojos
Un innovador modelo de negocio inspirado en las tabernas de Tokio, que reinventa las brochetas japonesas cocinadas a la parrilla (yakitori) añadiéndoles ingredientes españoles y mucha imaginación.