José Carlos Capel @jccapel

Creador y presidente de Madrid Fusión. Crítico gastronómico de El País durante 35 años. Ha escrito más de 50 libros de literatura gastronómica. Cocina por afición, sobre todo a la hora del desayuno.

Publicado 08/08/2024

VALORACIÓN 6/6

La nueva marisquería del grupo Casa Curro en Marbella no se asemeja al restaurante Cañabota de Sevilla ni tampoco a los Estimar de Madrid y Barcelona del conocido Rafa Zafra y, sin embargo, recuerda el estilo de ambos lugares. Detrás de su minúsculo mostrador, atiborrado de crustáceos y mariscos de concha, emerge la figura de Fernando Villasclaras, destacado cocinero, actual asesor de la casa, quien durante años sostuvo la estrella Michelin del restaurante El Lago en la ciudad andaluza.

Fernando Villasclaras: cocinero de La Marisquería Casa Curro.

La chispa de los mariscos aliñados

En su ilusionante nueva etapa, atrincherado tras la barra, maneja la plancha, aliña, adereza y prepara recetas que prestan un aire peculiar a los pescados y mariscos que pasan por sus manos. Del atún alistado curado que presenta con almendras fritas, a los boquerones en vinagre, las papas aliñás con tropezones de atún y de anguila, o el atún rojo en sashimi sobre una incisiva pipirrana. Lo popular y lo cotidiano interpretado en 25 metros cuadrados con conocimientos de alta cocina. Todo con la incontenible aceleración que exige una barra con seis taburetes y tres mesitas anexas.

1.- Atún alistado curado con almendras fritas. 2.- Boquerones en vinagre. 3.- Atún rojo en sashimi sobre una pipirrana.

A primera vista un rincón para iniciados que abrió sus puertas a mediados del pasado mes de junio en el espacio que ocupaba un almacén intermedio entre la taberna de Casa Curro, fundada en 2008 por el hostelero Curro Rodríguez en el casco antiguo, y la llamada  La Tienda del mismo grupo, donde se sirven tapas y raciones. Un local contiguo a la marisquería dirigido por el sumiller Raúl Villabrille cuya lista de vinos supera las 1.000 referencias, aparte de una de las selecciones de quesos más extensa y cuidada de España. Tan interrelacionados se encuentran estos dos últimos espacios, marisquería y tienda, que las especialidades de uno y otro lugar se pueden solicitar indistintamente en sus mesas.

Cocina al momento

En consonancia con las exigencias que marca el guion, la marisquería cuenta con el apoyo de José Jaime, especialista en el tratamiento de los bivalvos que, en un rincón al pie de la angosta callejuela, se luce abriendo conchas finas de Málaga, ostras Amélie, y bolos (escupiñas) y cañaillas gaditanos que acondiciona con una destreza pasmosa. A ritmo trepidante, Villasclaras improvisa, imagina, y atiende las peticiones de sus clientes al momento. “Cuisine a la minute”, de la que tanto alardean los chefs franceses desde hace años. Remata con la misma desenvoltura unas navajas aliñadas con picadillo de hortalizas tipo pico de gallo, que un carabinero con huevo y patatas fritas, o los lomos de atún rojo a la plancha.

1.- Conchas finas de Málaga y Ostras Amélie. 2.- Navajas aliñadas con picadillo de hortalizas tipo pico de gallo. 3.- Carabinero con huevo y patatas fritas.

Desde una perspectiva moderna, se trata de una marisquería de autor que diferencia la casa de otros negocios con semejante etiqueta. Las cervezas, los vinos de Jerez, el champagne e incontables referencias de diferentes zonas productoras ruedan al mismo ritmo. No hay sorpresas con los postres, ni sería operativo. Se acierta con el flan, receta de Villasclaras, más que conseguido, y con la tarta de queso con frutas.

1.-Tarta de queso con frutas. 2.- Flan

Justo enfrente, en la misma callejuela del casco antiguo siempre atiborrada de parroquianos donde se alinean los tres locales, se halla otro anexo adicional del mismo grupo que en turnos de noche elabora sushi para los aficionados. Negocios complementarios que arropan la nueva marisquería, una noticia con mayúsculas en el bullicio veraniego de Marbella.

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