Julia Pérez Lozano

Licenciada en Ciencias de la Información por la UCM. Especialista en gastronomía. Autora de numerosos libros y guías. Trabaja con lo que más le gusta: las palabras y los alimentos.

Publicado 06/03/2013

VALORACIÓN 6.5/10

Sus propietarios, Daniel Mora y su esposa Nuria Pendás, cuentan con recetas convertidas en santo y seña: el “oliaigua amb figas” (sopa fría de tomate con higos), la caldera de morena con albóndigas de pescado, el solomillo Wellington o el suflé Alaska.

Platos de corte “vintage” ejecutados con criterios contemporáneos, salsas ligeras y tiempos de cocción ajustados. Mora es un asturiano que superpone sabores del Cantábrico y el Mediterráneo, presume de haber rescatado fórmulas antiguas de la isla y elabora una cocina de proximidad con productos de payeses y pescadores.

También incorpora productos asturianos: legumbres o pulpo de roca. Utiliza sus productos fetiche fuera de temporada en perjuicio, incluso, de los resultados. Sa Pedrera es una casa de campo con varios comedores y dos terrazas ajardinadas.

A la vista una cava abovedada, la mejor lista de vinos de toda la isla. Finísima la sopa fría de tomate y sofrito con higos. Memorable la caldera de morena, con gusto a hinojo y azafrán.

Suculentas las verdinas asturianas con gambas de la isla: notas yodadas y suave dulzor. Los “esclatassangs” con yema y longaniza desmerecen por la insipidez de las setas. Por el contrario, la raya a la manteca negra con hinojo marino es fantástica.

El lomo de cerdo negro menorquín con pasas y piñones presenta cierta sequedad. Los postres no son ajenos a ciertos altibajos.