




Restaurante Tippling club (Singapur)
Ryan Clift (socio-chef) y Matthew Bax (socio-bartender) se conocieron en Australia pero el destino los llevó hasta la hiperactiva Singapur para hacer realidad su sueño: armonizar platos y cócteles creando cada día un menú único.
Así surgió, en la elegante Dempsey Hill, uno de los locales más excitantes del panorama gastronómico internacional.
Original, desenfadado, divertido y un punto descarado, atributos que en lugar de empañar, realzan una seria cocina contemporánea que surge de la reflexión, el conocimiento y el acertado uso de las técnicas actuales.
La barra –que se extiende a lo largo de ventanales que miran al bosque tropical- es una enorme mesa del chef, desde la que se asiste a toda la representación gastronómica.
Rodeados de jungla se disfruta de platos que apenas se parecen a nada conocido; los cócteles con los que se acompañan son un ingrediente más, que potencia o matiza sabores. Se cuida tanto en fondo como la forma.
El menú, secuencia de entre seis y doce propuestas arrebatadoras, tiene momentos estelares como el No blosson and no moon+ kingfish, un plato de pescado con edamae, tofu y rábano con potentes notas de clorofila que se sirve con un atrevido combinado de sake, Noilly Prat y verbena.
Igualmente reveladora la versión del “chilli crab” plato nacional de Singapur armonizado con una “japanese michelada” (cerveza, yuzu, soja y togarashi).
Platos limpios, bien estructurados, muy vistosos, donde las texturas y los contrapuntos de sabor resultan esenciales. Los que no se apunten a la moda del cóctel, disfrutarán con la magnífica bodega. Al medio día ofrecen un menú de tres platos por 30 euros.