Hete aquí albariño Attis Lías Finas 2017 para desvelar un último matiz, casi inexplorado, de esta joya del catálogo ampelográfico galego: procedente de cepas plantadas hace más de medio siglo en el Val do Salnés –buena parte de ellas asentadas en viñedos cultivados con métodos rigurosamente ecológicos–, este blanco se beneficia de una crianza parcial en fudres de roble, sobre sus lías, durante seis meses, con periódica acción del battônage.
Gracias a este proceso, los responsables de esta joven bodega gallega, Attis, comandada por los hermanos Robustiano y Baldomero Fariña –bien asesorados por el enólogo francés Jean-François Hebrard– dan a luz un albariño distinto, más goloso y untuoso que la mayor parte de sus congéneres, aunque sin traicionar a sus auténticos rasgos varietales.
Brillante, limpio, intenso, con recuerdos de fruta blanca de hueso madura (melocotón, albaricoque), acentos florales y las notas minerales y salinas propias de O Salnés, Attis Lías Finas 2017 es un vino elegante que se encuentra en absoluta plenitud, aunque su potencial también invita a conservarlo unos años en la cava, en busca de una excelencia aún más portentosa, si cabe.
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