Para cambiar la perspectiva de la degustación del vodka, y alejarse para siempre de esos aguardientes insulsos e inodoros que se destilan tropecientas veces y desgraciadamente se han puesto de moda, nada mejor que probar Karlsson’s Gold.
Este vodka, que poco a poco comienza a ganar fama en todo el mundo, está elaborado por el equipo que lanzó al mercado el célebre Absolut. Pero es mucho mejor que aquel, porque Börje Karlsson y su equipo ahora se han afanado en recuperar la auténtica esencia del vodka sueco utilizando para ello una exquisita materia prima: las patatas que crecen en las fértiles praderas del cabo Bjäre, cerca de Helsingborg.
Con distintas variedades del tubérculo (solist, gammel svensk y otras) el equipo de Karlsson elabora pequeñas producciones de vodkas ¡monovarietales y de añada!, que se comercializan con cuentagotas. Además, a partir de estas destilaciones los suecos producen su vodka genérico, bautizado Karlsson’s Gold. Es un destilado revolucionario, con una riqueza aromática más propia de una buena grappa, con matices minerales y vegetales y una boca equilibrada, punzante y, claro, embriagante.
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