Un hotel gaditano ofrece estancias para que los más pequeños descubran en una pequeña granja y huerto ecológico de dónde vienen los alimentos


La leche no viene del tetra brik, el atún no sale de la lata, si plantas una patata no sale solo una… son muchas las leyendas urbanas, por llamarlas de alguna manera, que hay que apartar de la mente de los más pequeños en lo que se refiere a alimentación. Los pequeños urbanitas, aislados en el asfalto de la ciudad necesitan granjas escuelas para descubrir la esencia de la gastronomía. Ahora,  el hotel  Fuerte Grazalema de Cádiz ofrece la opción de hacerlo en familia.

  

Ubicado en un paraje precioso, el Parque Natural Sierra de Grazalema -que hace casi 40 años fue declarado reserva de la Biosfera por la Unesco-, este establecimiento ha desarrollado un huerto ecológico y una pequeña granja para que los niños puedan descubrir en familia qué se siente al coger una cebolla caliente de la tierra o ver cómo se alimentan los animales.

  

De hecho, la directora del hotel, Inmaculada Medinilla, explica que la experiencia permite que “los niños conozcan las características más significativas de los animales que habitan en las granjas de la zona. Durante las visitas pueden intervenir activamente en el cuidado de estos animales y descubrir los distintos productos que se obtienen de ellos”. La lista animales es larga y no faltan gallinas, pavos, conejos, una oveja, o un cerdo vietnamita -tan de moda últimamente. A través del huerto ecológico los niños aprenden como se cultivan las hortalizas y otras plantas sin ayuda de fitosanitarios y en armonía con la naturaleza.

Para desarrollar las actividades cuentan con un animador y la colaboración de agricultores de la zona con los que pequeños y mayores pueden interactuar en las tareas agrícolas. Medinilla nos cuenta que “a la mayoría de los niños les gusta ver los animales de cerca y les encanta participar en su la alimentación. Para ellos es una experiencia única teniendo en cuenta que su día a día está en la ciudad. Nuestros clientes repiten y van apreciando el crecimiento de los animales. Muchos han bautizado al hotel como el ‘hotel de los conejitos’, no se les olvida los nombres de los animales y lo primero que hacen cuando llegan es ir a la granja”.

Además hay actividades adicionales de todo tipo incluidas en el precio del alojamiento: rutas botánicas, a pie o en bicicleta; cursos de gazpacho; talleres de sangría y/o coctelería que complementan las posibilidades de entretenimiento. Y, por si alguien se lo preguntaba, no se encontrarán en las mesas de los restaurantes del hotel ni los animales ni los productos cultivados

El precio por día de la habitación doble en régimen de alojamiento y desayuno es desde 94 euros en temporada alta. Los menores de 12 años pueden comparitr habitación con los padres sin coste adicional.Reservar a través de la web tiene premio: un 5% de descuento.

 

Julia Pérez Lozano

Julia Pérez Lozano

Licenciada en Ciencias de la Información por la UCM. Especialista en gastronomía. Autora de numerosos libros y guías. Trabaja con lo que más le gusta: las palabras y los alimentos.

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