Parece ciencia ficción pero no lo es. Esta es una pieza de la nueva vajilla impresa en 3D, obra del chef Paco Morales y GGlab 


La relación comensal-comida-plato está cambiando. Muchos cocineros persiguen dotar a la gastronomía de una dimensión multisensorial. Los alimentos habitan y colonizan las vibraciones. Esto que dicho así,  es difícil de enteder, es un hecho real, según afirman los expertos. Una impresora 3D puede dar volumen a cualquier diseño hecho por ordador, independientemente de que el material que se emplee sea comestible o no. Experimentando con esta aplicación 3D en el ámbito de la gastronomía, es posible crear piezas sigulares como las que muestra Paco Morales.

La aplicación pretende crear la nueva "artesanía del Siglo XXI", emocional y personalizada. Piezas en las que se difuminan los límites entre plato y alimento, entre lo natural y lo artificial. Un juego de volúmenes y texturas en el que se confunden continente y contenido.

Julia Pérez Lozano

Julia Pérez Lozano

Licenciada en Ciencias de la Información por la UCM. Especialista en gastronomía. Autora de numerosos libros y guías. Trabaja con lo que más le gusta: las palabras y los alimentos.

Deja un comentario