Siempre quedan zanahorias en la nevera y no siempre apetece hacer una crema. Son un alimento muy completo y muy socorrido: en puré, salteadas, incluso en gazpacho (sí, en gazpacho). Pero echábamos de menos algo original, fresco y probamos esta receta que resultó ser desliciosa. Esta tarrina de zanahorias es una forma diferente de aprovecharlas, de crear un plato especial (pero muy sencillo) para una cena o un entrante que sorprenda a tus invitados. Un pastel cremoso, con el dulzor de las zanahorias y el punto crujiente y ahumado del beicon. Es difícil resistirse.
Y de postre, ¿qué tal esta tarta de zanahoria?
Un plato exclusivo de esta temporada del cocinero Dani García
Una receta con guisantes lágrima también conocidos como 'caviar vegetal'
Tontas, listas, francesas y de Santa Clara. Los nombres los tenemos claros, pero ¿cómo se…
Una ensalada de temporada, con calabacín y espárragos como protagonistas