Tradición y temporada son las palabras que definen este restaurante donde parrilla y cocina conviven sin restarse protagonismo

DIRECCIÓN: Plaza Félix Azpilicueta, 1 Fuenmayor (LA RIOJA) .ESPAÑA

CONTACTO: 941 45 00 44   https://www.restaurantealameda.com


TIPO DE COCINA: Asador

DÍAS DE CIERRE:Lunes comida, Lunes cena


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COCINERO Esther Álvarez


APROPIADO PARA: Con amigos, Entorno rural

TIPO DE DECORACIÓN: Clásica



Julia Pérez Lozano
Licenciada en Ciencias de la Información por la UCM. Especialista en gastronomía. Autora de numerosos libros y guías. Trabaja con lo que más le gusta: las palabras y los alimentos.
VALORACIÓN 7.5/10

En el corazón bodeguero de La Rioja, Alameda no es solo un asador, aunque hayan sido las brasas que maneja Tomás Fernández las que le hayan dado fama. Gracias a la buena mano de Esther Álvarez este es uno de esos reductos donde la cocina tradicional brilla con luz propia porque se elabora con rigor y conocimiento.

 

Cigala con alcachofas

Parrilla y cocina

Dos son los pilares sobre los que se sustenta el establecimiento: la impecable selección de materia prima, siempre de temporada, y el buen hacer de cocinera y parrillero. De la ribera navarra llegan las verduras, del Cantábrico los mariscos y pescados, lo que imprime claros rasgos norteños a la propuesta gastronómica. En la parrilla no solo se asan chuletas -la mayoría procedentes de vacas frisonas con 40 días de maduración– también besugos, rodaballos, etc. Piezas opulentas que Tomas selecciona con esmero desde hace treinta años. Por algo el nombre de Alameda siempre aparece en las listas de las mejores parrillas de España.

 

Chuleta en la parrilla

 

Así se presenta la chuleta en la mesa

De la cocina salen recetas de regusto clásico con algún guiño moderno como las peinetas de colores que campan a sus anchas por platos salados y dulces. Mientras que las cocochas se preparan confitadas o rebozadas. Que cada cual elija con cuál se queda.

Guisantes con su peineta

 

Cocochas confitadas

Prueba inequívoca de la calidad de estos fogones son las croquetas, casi líquidas, con un elegante gusto a jamón, que merecen estar en cualquier lista de honor.

 

Asador Alameda, croquetas

Croquetas

Un recital de verduras

Con las verduras sale a relucir esa forma de guisar antigua, en el que el punto de cocción apela a la memoria huyendo de las texturas excesivamente tersas y los jugos, salsas y reducciones son elemento esencial del plato: guisantes ligados con un delicado juguillo; alcachofas en salsa verde con almejas XXL, espárragos recién cortados con una deliciosa vinagreta, habitas frescas con cebolla frita …

 

Alcachofas en salsa verde con almejas

 

Espárragos blancos

 

Habitas con cebolla frita

El dulce da la talla

De postre tarta de queso, al gusto actual casi cruda en el interior y con un delicado sabor a queso crema. Se acompaña con un helado de remolacha y frambuesa firmado por Obrador Grate. O lo que es lo mismo la perfección convertida en helado: sabor, textura, temperatura…

Tarta de queso

La leche frita se atiene a los cánones. Se sirve tibia, lo que implica que se fríe al momento espolvoreada con azúcar y canela. De los petit fours sobresale la teja de almendras.

Leche frita

 

Teja de almendra y petit fours

Un conjunto satisfactorio

La bodega bastante completa, no solo incluye referencias riojanas, también hay vinos de otras latitudes, a precios muy asequibles.  El equipo de sala encaja perfectamente en el patrón de lo que uno espera en un restaurante así. Camareros profesionales, amables y risueños, que saben tratar a cada cliente como espera: a los repetidores -la mayoría- les atienden con la confianza que dan los años, al resto con la distancia que se debe.

Para encontrar este oasis de cocina tranquila y sabores antiguos hay que llegar a la plaza de la localidad de Fuenmayor. Un local de hechuras tradicionales pero que huye de la rusticidad. Los fines de semana se reúnen a comer las familias, mientras los bodegueros lo toman al asalto de lunes a viernes. Siempre difícil reservar mesa, en la zona se sabe que “el Alameda” es una apuesta segura. Quienes quieran ver como se cortan y asan las chuletas deberán reservar mesa en la planta baja, donde están la parrilla y la cocina. Un restaurante para repetir y repetir. Esto sí que es comida real y no lo que cuentan por ahí.

 

Tomás Fernández al frente de la parrilla

 

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