A fuego vivo, siempre controlado, se sofríe el conejo y las verduras en aceite de oliva. Se añaden caldos. Después el arroz y azafrán.
La capa de arroz no alcanza el grosor de un dedo. Tersos y sueltos los granos están llenos de sabor. La madera y los sarmientos de la combustión le aportan un aroma delicado y especialísimo.
Tapas, raciones, aperitivos, comidas... Bares o restaurantes... El concepto es ambigüo y difícil de explicar, pero…
Juanito Baker, la empresa de Carlos Pérez, elabora casi cuatro millones de panecillos de hamburguesas…
La chef mallorquina se convierte en la primera mujer al frente de la entidad, que…
Un fin de semana es perfecto para disfrutar de esta ciudad flamenca, descubrir sus restaurantes,…
La llegada del calor invita a disfrutar de los vinos blancos, que en España son…
Once locales imprescindibles de la capital navarra para los amantes del vino, en los que…