Para muchos el café es mucho más que una bebida. Es un estilo de vida, es un acto social, una condición sine qua non para empezar el día. Es también una excusa para ver a alguien con quien hace meses que quieres sentarte (aunque eso de sentarse en un café esté cada vez más en desuso), ese hueco que sacas cuando no tienes huecos, o ese momento de pausa y reset. A los auténticos cafeteros se les ve sentados en las nuevas cafeterías de especialidad disfrutando de una buena taza.

Como en todo, hay cafés y cafés, y los de especialidad son más exclusivos, sin defectos primarios, procedentes de cultivos, recolecciones, procesos de tostado especiales, con condiciones excepcionales desde el productor hasta la taza. Suelen ser lotes pequeños y, además, para poder ser considerados de especialidad, deben también incluir un trato justo con los caficultores y un cultivo sostenible. Por supuesto, se deben servir siempre sin azúcar y, para los verdaderos expertos, pedirlo sin cafeína no tiene sentido.

Barcelona es una ciudad referente en cafés de especialidad, tanto es así que hace unas semanas acogió el primer Fórum Coffee Festival. Desde allí expertos de todo el país y del mundo coincidieron en señalar a la ciudad condal como una de las mejores de Europa en lo que se refiere al nivel de tostadores de café, por delante de ciudades de países nórdicos, con una larga trayectoria en el sector. 

En esos locales no siempre puedes sentarte a tomar un café como se hacía de manera tradicional. Han fomentado la cultura del café para llevar que cautiva a un público de entre 18 y 30 años. Muchas de ellas tienen locales pequeños, con decoración minimalista, nórdica, limpia y moderna, sin mesas ni servicio de camareros. Así cumplen su objetivo de poder invertir más en grano, maquinaria, baristas especializados y emplazamientos clave en la ciudad. No son baratos: su café más vendido suele ser el de tipo flat white, con doble carga de café y crema de leche fresca, y suele costar entre 2,5 y 3 euros. Sin embargo, al probarlos, la diferencia con el café convencional es más que obvia, sin tener que ser experto catador.

Y si eres experto, y sobre todo si vas a menudo, podrás ver como el café cambia de sabor con frecuencia. El motivo es que los lotes que usan en sus tiendas son muy pequeños. Eso hace imposible utilizar el mismo grano durante más de 2-3 meses (según la venta). Cada vez que cambian de grano deben retocar además todos los ajustes de sus máquinas. Ya que cada grano, cada tueste, cada variedad requiere una cantidad de café, de leche de temperatura, etc. Son la máxima expresión de las ediciones limitadas.

A continuación, varios cafés de especialidad en Barcelona que bien merecen una visita:

Cafés El Magnífico

C. de l’Argenteria, 64

Este negocio familiar dirigido ahora por Salvador Sans es un sin duda un referente de producto delicatessen en el mundo del café. Mucho antes de la moda actual, Salvador ya apostaba por el café de especialidad y se le reconoce en su sector como uno de los promotores de este tipo de café no solo en Barcelona, sino en toda España. Su afán de acercar el mundo del café más puro al consumidor de a pie se plasmó en su mítica tienda en el barrio del Borne.  

No obstante, su papel en el mundo del café de especialidad va mucho más allá ya que aparte de vender en su tienda, provee de cafés de especialidad de múltiples variedades y orígenes a tiendas más pequeñas en Barcelona que no pueden permitirse importar directamente.

SlowMov

Carrer Luis Antúnez, 18

En este pequeño local del barrio de Gracia, se respira café. Tal como hacen otros cafés exclusivos de su sector, ellos cuentan con su propio tostador. Esto no solo es un pequeño lujo, sino que lo cambia todo. 

Slow Mow es mucho más que una cafetería, es más un proyecto, un movimiento, un espacio compartido donde acudir a degustar una buena taza de café (aunque la mayoría de los clientes lo piden para llevar) o a aprender más sobre esta bebida y sus múltiples variedades. Su principal clientela es la hostelería, pero también venden al cliente final. Que no duda en alinearse cada mañana en su puerta a la espera de su brebaje milagroso, cual marmita de Panoramix. Un detalle interesante es que su vocación sostenible los lleva a usar bolsas absolutamente biodegradables cuya tinta está elaborada con café.

Hidden Coffee Roasters

Carrer Constança, Carrer Déu i Mata, esquina

Para preparar sus cafés, los promotores de este local viajan alrededor del mundo buscando los mejores y más exclusivos granos en Etiopía, Colombia, El Salvador y más allá. Nada está demasiado lejos para ellos. Trabajan directamente con productores seleccionados en todos los rincones del planeta. Y no dudan además en compartir todo su conocimiento con los que visitan su local. Se recomienda visitar con papel y boli para los ávidos de información sobre el tema.

Three Marks Coffee 

Carrer d’Ausiàs Marc, 151

Este local con nombre de sus tres fundadores (dos Marc y un Marco) es el típico ejemplo de local con gran concepto en el que toda la genialidad se centra en ofrecer el mejor producto. Y donde el nombre es lo de menos.

Cuentan también con tostador propio y su popularidad ha crecido de tal manera que ya cuentan con tres locales. Uno de ellos, el de Moll de la Ronda, 10 es también donde tuestan sus granos para obtener sus sabores tan característicos.  Acompañan a sus cafés una interesante carta de dulces y salados ideales para desayunos y meriendas.

Nomad Coffee Lab & Shop

Passatge Sert, 12

Es mucho más que una cafetería de especialidad. Se trata de una de las marcas pioneras y cuyos cafés pueden además encontrarse en muchos otros locales, no solo en los propios.

Jordi Maestre, su pionero, se alzó hasta en dos ocasiones con el título de Campéon Nacional de baristas y en su local del Passatge Sert es donde crea y experimenta. Allí, además, venden todo tipo de material para hacerte el mejor café de especialidad de cualquier forma y variedad en tu casa (espresso, flitro, cold drip, aeropress) y organizan cursos sobre temática cafetera que siempre son un buen plan o regalo para amantes cafeteros. Cuentan también con su propio tostador en la Calle Pujades, 95 donde ofrecen además frutas y verduras de proximidad y uno de los mejores panes de la ciudad, el de Pa de Kilo, lo cual complementan con una carta de dulces y salados que les permiten cubrir del desayuno a la merienda, pasando por el Brunch.

Syra Coffee

Carrer Pujades, 100

Desde 2015 esta marca, una de las promotoras del café de especialidad más conocidas, se centró en ayudar al público general a que conocieran el buen café. Para ello se centraron en promover el café para llevar, algo que hace no tantos años, en nuestra cultura de café sentado, era un sacrilegio, pero que hoy está a la orden del día.

Su creador, Yassir Rais, arquitecto de carrera y apasionado por el café, comenzó su expansión en España a partir de 2015. Actualmente cuenta con más de 20 tiendas. Empezó seleccionando sus cafés favoritos y ahora ellos se encargan de manera directa de todos los procesos: cosecha, cata, tueste para asegurarse de estar siempre a la altura.

Satan’s Coffee Corner

Carrer de l’Arc de Sant Ramon del Call, 11

Dicen que su tueste es tan espectacular, que deleitaría al mismísimo demonio, de ahí su nombre. En esta cafetería de especialidad puedes encontrar también infinidad de variedades de países remotos, desde Colombia a Etiopía, pasando por Jamaica y Marruecos. No siempre estas pequeñas tiendas importan directamente. A veces compran sus variedades en tiendas distribuidoras como Cafés El Magnífico, y este es el caso de Satan’s Coffe Corner.

Comenzó con un pequeño espacio, pero ahora tiene ya varias sedes en Barcelona con más espacio y con capacidad de ampliar el abanico de experiencias: ofrecen un exclusivo y difícil de imitar desayuno japonés, el “chou syoku” que puede incluir arroz, tortilla y sopa de miso, que combinan con opciones más tradicionales en este tipo de locales y otras que rompen con todo… ¿qué te parecería acompañar tu café con ostras? Para gustos, colores.

Roast Club

Tamarit, 99

Su creador Iker Zagó, viajó a lo largo y ancho del mundo, de Nueva York a Treviso, formándose sobre el café y a su vuelta, fundó el Roast Club Café en Barcelona, donde ya cuenta con dos locales. En el de la Calle Valencia complementa los cafés con opciones dulces y saladas que te permiten viajar por el mundo a través de sus tazas de café.

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