
Las últimas coctelerías que hay que conocer en Madrid
Futuristas, cosmopolitas, alojadas en locales históricos, singulares o secretas… estas son las nuevas coctelerías de visita obligada en Madrid.
La cultura del buen beber continúa sumando nuevos escenarios en Madrid. Como bien saben los aficionados al chateo fino, en los últimos años la ciudad ha experimentado un verdadero frenesí de aperturas de locales que han ampliado la oferta para empinar el codo de la mejor manera.
Las mejores barras de la ciudad
Además de los múltiples y diversos wine bars, barras enogastronómicas, clubes de destilados, cervecerías artesanales y espacios consagrados a bebidas específicas –como el sake o los mezcales–, el auge de la coctelería ha tenido una relevancia especial. Madrid quiere hacerse un hueco entre las ciudades del mundo que más destacan en este ámbito. Y así es como a los establecimientos ya consagrados –Angelita, Salmon Guru, Savas, Santos…– son muchos otros los que han abierto en los últimos meses, con el ánimo de sumarse a la lista de los mejores de la ciudad.
Las cuatro coctelerías que aquí recomendamos destacan por su calidad y la singularidad de sus propuestas. Encabezan la lista de las novedades más interesantes del sector en Madrid.
Cuatro coctelerías para descubrir en Madrid
Devil’s Cut
León, 3.
El antiguo café-bar Casa Pueblo del barrio de Las Letras recuperó su encanto y solera reencarnándose en Devil’s Cut, sin duda una de las aperturas más sonadas del ámbito coctelero que tuvieron lugar el año pasado en Madrid. El bartender japonés Shingo Gokan –figura mundial en este sector, con bares de éxito en Tokio y Nueva York– es sin duda el principal reclamo de este nuevo bar, que también apuesta por los vinos de Jerez como ingrediente esencial de buena parte de los cócteles de la carta. Algunos de ellos, versiones singulares –y fascinantes– de clásicos de la coctelería. De visita obligada.

Uno de los cócteles de la carta de Devil’s Cut
Planta Baja
Marqués del Duero, 8. Tel. (+34) 679 31 36 16
Planta Baja es otra de las coctelerías de última generación que insufla nueva vida a un local impregnado de vetusta pátina, donde se alojó durante años el bar St. John’s, que forjó su fama por acoger a trasnochadores irredentos. Kevo Jacoby –argentino que pasó por notables coctelerías de Barcelona (Dr. Stravinsky, Two Schmucks)– no dudó en desempolvar aquel garito a la hora de establecerse en Madrid, e iniciar una nueva aventura junto a Juan d’Onofrio, chef y propietario de Chispa Bistró. Nació así Planta Baja, donde cócteles como la Paloma Porteña –con mezcal, tequila, yerba mate, Cynar y un refresco de pomelo de propia elaboración– conviven con música, diseño y bien estar.

Planta Baja
Pensión Mimosas
Marqués Viudo de Pontejos, 9.
El concepto de speakeasy –o de la coctelería «secreta»– supera todos los antecedentes del género con los ingredientes insólitos –a veces futuristas, otras de tintes almodovarianos– que han aportado a este singularísimo proyecto profesionales bien curtidos del sector, basados principalmente en Barcelona, como Marc Álvarez (Sips) y Beltrami Alessio (Paradiso). La coctelería no es el único atractivo de Pensión Mimosas. También vale la pena conocer la atmósfera que ha creado Pilar Zeta para sus tres espacios –lounge, suite y spa–, de tintes retrofuturistas. Y abandonarse al hedonismo noctámbulo en cada uno de ellos. Copa en mano. Un Blue Milk, por ejemplo, luminoso y azulado, suerte de piña colada en versión galáctica. A ver qué pasa.

Blue Milk, en Pensión Mimosas
Subcero
Ayala, 27.
Javier Bonet, alma mater del concepto gastronómico Sala de Despiece, prolonga sus ideas al terreno de la coctelería en Subcero, suerte de club que alberga el subsuelo de su último espacio, Sala Cero. El rigor de una estética tan gélida como la de un quirófano preside el lugar donde Bonet promueve la interacción, con una mesa alta de operaciones y una unidad central con puestos independientes. Un pantone futurista permite elegir un ingrediente principal o apostar por un perfil de sabor. Bienvenidos al futuro. O no. Quién sabe.

Subcero