El primer whiskey destilado en el valle del Hudson –en el estado de Nueva York– desde los tiempos de la Ley Seca asienta su carácter en la calidad de los cuatro tipo de cereales utilizados en su elaboración: maíz, cebada, centeno y trigo cultivados con métodos orgánicos en el entorno de la destilería.
La crianza en pequeñas barricas de roble americano, donde el destilado tiene un mayor contacto con la madera nueva, contribuye a definir su carácter profundo, cálido y amable de este whiskey que se presenta en botella de 350 cl.
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