Tataki de atún con ajo blanco; won-ton de pil-pil; sashimi de atún sobre jugo frío de marmitako; tortilla de patatas en tempura… Estas son algunas de las recetas más famosas de la cocina de fusión, estilo que Alberto Chicote inició en Madrid hacia 1998, influido por las preparaciones que comenzaban a servirse en locales punteros de Londres y Nueva York.
Inspirándose en las cocinas japonesa y mediterránea, comenzó a componer recetas «Yo no tenía ni idea de lo que era la cocina de fusión. No sabía lo que quería y por eso mis únicas trabas estaban en mi propia capacidad para imaginar» admite sin rubor. Su claridad de ideas a la hora de combinar ingredientes y su elegancia aplicando aliños fueron determinantes para crear un estilo que marcó una época y que sigue creando tendencia. «Hay que dejar que el instinto te sugiera cosas. Espontaneidad, reflexión, diversión, así nacen los platos», afirma.
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