Lo ideal es envasar el chutney en un tarro de cristal con cierre hermético y consumirlo dos semanas después de la preparación, así los sabores se habrán asentado. Por la gran cantidad de vinagre y azúcar que contiene, si se guarda en la nevera se conserva en buenas condiciones durante mucho tiempo, por lo que no es imprescindible esterilizarlo.
Una sopa fría ideal para sobrellevar el calor
Una receta del libro Escabeches, de Rodrigo de la Calle y Diana Díaz
Una receta perfecta para este verano del libro Esaladas completas de Emily Ezekiel
Una receta saludable, perfecta para una merienda casera o un postre ligero
Una receta con toques dulces y cítricos que contrastan con la intensidad del magret