Calentar el agua, el aceite, la sal y la levadura en un cazo.
Poner la harina en un bol —o formando un volcán sobre la mesa de trabajo— y verter el agua caliente poco a poco. Ir trabajando la masa con las manos hasta que haya absorbido toda el agua. Amasar ligeramente para que quede bien trabada.
Formar una bola y dejar reposar cubierta con plástico de cocina 30 minutos.
Precalentar el horno a 200 ºC.
Extender la masa con rodillo formando una plancha tan fina como se quiera y colocarla sobre una placa de horno forrada con papel vegetal (o sobre un silpat).
Distribuir el tomate formando una capa homogénea.
Añadir sobre él la mozzarella y repartirla por igual.
Seguir con los champiñones laminados y el jamón troceado.
Por último, los tomates lavados y secos.
Espolvorear con orégano.
Hornear en la parte inferior del horno unos 20 minutos a 200-250ºC. Servir.
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Julia Pérez Lozano
Licenciada en Ciencias de la Información por la UCM. Especialista en gastronomía. Autora de numerosos libros y guías. Trabaja con lo que más le gusta: las palabras y los alimentos.
