Con la llegada del otoño, la calabaza se convierte en una de las grandes protagonistas de la cocina. Su dulzor y su textura cremosa la hacen perfecta para platos salados como cremas, guisos o risottos, pero también para propuestas dulces, entre las que destaca la tarta de calabaza. Rica en color, sabor y aromas que evocan la temporada, es un ingrediente que resume el espíritu cálido y reconfortante del otoño.
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