El mejor restaurante indio de Londres inaugura sucursal en Madrid.
Un innovador modelo de negocio inspirado en las tabernas de Tokio, que reinventa las brochetas japonesas cocinadas a la parrilla (yakitori) añadiéndoles ingredientes españoles y mucha imaginación.
El cocinero Vicente Patiño recupera en este local informal y encantador platos de la cocina tradicional valenciana, a los que hace algunos guiños modernos y los complementa con una selecionada oferta de productos de la costa levantina: ostras, gambas, cigalas, etc. Un restaurante de alma mediterránea con cocina gustosa y sencilla, que se puede frecuentar tanto como se quiera porque los precios lo permiten.
Cocina moderadamente creativa en el centro de Marbella. Productos del entorno y buena selección de vinos. Una dirección a tener en cuenta en Andalucía.
Apenas lleva un mes abierto y registra llenos cotidianos. No es para menos, podría pensarse, después de que sus propietarios, Santiago Pedraza y Carmen Carro han empleado dos años en recorrer nuestro país en busca de productos especiales.
Dos menús de paso, una carta larga de entradas, una corta de fuertes y los postres, son las nuevas presentaciones de la cocina colombiana moderna de la chef Leonor Espinosa.
Cuando la sencillez se convierte en la principal arma de seducción de un cocinero que se divierte con lo que hace, surge una gran cocina.
La gracia de la propuesta y los precios amables son la clave del éxito. Una atrevida mezcla: cocina nikkei (peruana-japonesa) con guiños a los productos y la tradición asturiana.
En estos fogones de O’Grove se está cociendo la nueva cocina gallega. Hábil uso de los productos del entorno y mucha sensibilidad son los ingredientes del cocinero Javier Olleros. ¡Una dirección imprescindible!
Picsa, bajo el sello de Pablo Giudice y Mariano Gargiulo de Sudestada y personalidad propia en Madrid









